Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
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son las que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sentimientos rectos y generosos, y <strong>de</strong> afectos<br />
nobles y puros, y no las que pue<strong>de</strong> escitar- una sensualidad grosera y<br />
torpe, ó traen principio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>lirios <strong>de</strong> la razon.<br />
El señor <strong>de</strong> la Harpe se hizo tambien cargo en su curso <strong>de</strong> literatura<br />
<strong>de</strong> esta cuestion; y examinando si el abogado <strong>de</strong>be ceñirse en sus, discursos<br />
á la discusion sencilla <strong>de</strong>l punto que se controvierte, dice asi: «Si<br />
para resolver esta duda no aten<strong>de</strong>mos mas que á los principios rigorosos<br />
<strong>de</strong> la justicia, es innegable la afirmativa; porque siendo el juez un sial-pie<br />
órgano <strong>de</strong> la ley , y <strong>de</strong>biendo manifestarse tan impasible como<br />
esta, podria mirar como un ultraje hecho á su integridad toda gestion<br />
que se dirigiese á conmoverle , porque en ello se le suponia capaz<br />
<strong>de</strong> juzgar por el impulso <strong>de</strong> la emocion, y no segun el tenor <strong>de</strong> la ley<br />
y los méritos <strong>de</strong>l proceso; pero no po<strong>de</strong>mos disimularnos la dificultad invencible<br />
con que tropezamos á cada paso en la práctica, siempre que se<br />
quieren aplicar las teorías al pie <strong>de</strong> la letra. Ante todas cosas era indispensable<br />
que las leyes fuesen tan perfectas y claras, que los jueces pudiesen<br />
aplicarlas sin necesidad <strong>de</strong> acudirá in terpretaciones, restricciones,<br />
analogías y comparaciones, <strong>de</strong> manera que obrasen como si fueran un<br />
instrumento ciego <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong>l legislador. ¿Y por ventura se ha podido<br />
alcanzar hasta ahora esta perfeccion absoluta?»<br />
Si el señor <strong>de</strong> la Harpe, que reflexiona con tanto acierto, examinando<br />
los afectos que pue<strong>de</strong> producir la <strong>elocuencia</strong> aplicada á la discusion judicial,<br />
hubiera tenido un conocimiento práctico <strong>de</strong> lo que esta es, podria<br />
haber añadido que no siempre se limita el objeto <strong>de</strong> un proceso á la averiguacion<br />
<strong>de</strong> un hecho, ó á la simple aplicacion <strong>de</strong> la les ; sino que con<br />
estas operaciones van envueltas otras mucho mas arduas, <strong>de</strong> las que unas<br />
recaen sobre el hecho para analizar sus caracteres y calificarlo con propiedad,<br />
y otras sobre el <strong>de</strong>recho para <strong>de</strong>sentrañar el espíritu y los fundamentos<br />
<strong>de</strong> la disposicion legal. Tambien podria haber añadido, que se<br />
presentan frecuentemente causas en que es indispensable hacer un examen<br />
prolijo <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s personales <strong>de</strong> los litigantes : otras en que<br />
para graduar el mérito legal <strong>de</strong>l hecho se ha <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r al ánimo <strong>de</strong> su<br />
autor é internarse para <strong>de</strong>senvolver hasta el último rincon <strong>de</strong> su corazon,<br />
y otras en fin, en que <strong>de</strong> esforzarse ó no convenientemente la <strong>de</strong>fensa;<br />
se atraviesa nada menos que el honor y la vida. Y en asuntos tan arduos,<br />
oscuros y graves, ¿cómo podria privarse á los interesados <strong>de</strong> cuantos medios<br />
puedan serles favorables y provechosos?<br />
Cuando se trata <strong>de</strong> calificar el sentido moral <strong>de</strong> una accion, <strong>de</strong> graduar