Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
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con menos indulgencia en negocio <strong>de</strong> tanta trascen<strong>de</strong>ncia , y mo<strong>de</strong>ren á<br />
abogados, para quienes no sea freno bastante po<strong>de</strong>roso su propio<br />
los<br />
purl<br />
donor. Este es un mal general ; un mal que ha cundido <strong>de</strong> la palabra<br />
á la pluma , y <strong>de</strong>l alegato al discurso ; un mal digno <strong>de</strong> que lijen la atenclon<br />
sobre él todos los que tienen autoridad para refrenarlo. Diré no obstante<br />
en honor <strong>de</strong> la verdad , que aunque este abuso sea <strong>de</strong>masiado general<br />
en España , he observado por mí mismo que es aun mas comun y<br />
<strong>de</strong>senfrenado en paises que presumen aventajarnos en civilizacion. La<br />
<strong>de</strong>licada cortesía francesa , que tanto reluce en los estrados y salones, se<br />
escon<strong>de</strong> frecuentemente en el foro , y allá , como acá , se nota una tolerancia<br />
en esta parte muy perjudicial. Si algun francés lo tomase por injuria,<br />
ó sospechase que no hay exactitud en lo que acabo <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, oiga<br />
la confesion que hace uno <strong>de</strong> sus mejores jurisconsultos y magistrados.<br />
«Yo no puedo <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> inflamarme, dice el célebre canciller D'Aguesseau,<br />
contra las injurias que tan frecuentemente se sustituyen á la razon , haciéndolo<br />
algunas veces <strong>de</strong> un modo tan escandaloso y gravemente ofensivo<br />
al <strong>de</strong>coro <strong>de</strong> los tribunales. » Volvamos á lo que mas <strong>de</strong> cerca nos<br />
toca, y pues que á ello nos hemos puesto, <strong>de</strong>mos alguna estension á esta<br />
materia , que digna es por cierto <strong>de</strong> tratarla con <strong>de</strong>tenimiento.<br />
La injuria nace <strong>de</strong> la pasion ; ¿ y cuál es el fin con que las pasiones<br />
pue<strong>de</strong>n estar bien vistas en manos <strong>de</strong>l orador? U t veritas placeat, ut veritas<br />
moveat; para animar nuestras esperanzas lícitas ; para sugerirnos<br />
temores saludables ; para hacernos amable la virtud y odioso el vicio ; para<br />
favorecer la justicia y enar<strong>de</strong>cernos contra la injusticia ; para inspirarnos<br />
en fin respeto á la probidad y <strong>de</strong>sprecio á la perfidia compasion á la<br />
<strong>de</strong>sgracia y severidad contra la mala fe : admiracion <strong>de</strong>l heroismo y horror<br />
al crimen: indulgencia hacia la <strong>de</strong>bilidad arrepentida y dureza con el reinci<strong>de</strong>nte<br />
empe<strong>de</strong>rnido. El orador dirige unas pasiones contra otras para<br />
corregir las malas por las buenas ; mas ¿cómo se habla <strong>de</strong> servir <strong>de</strong> una<br />
pasion criminal para causar un mal? Injuriar á su adversario, es <strong>de</strong>jarse<br />
arrastrar <strong>de</strong> la envidia, <strong>de</strong>l rencor y <strong>de</strong>l ódio para difamarlo y <strong>de</strong>sacreditarlo.<br />
Luego la injuria es un crimen, y no un medio <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa. ¿No es<br />
bastante <strong>de</strong>sagradable un proceso por sí mismo : no presta bastantes motivos<br />
<strong>de</strong> incomodidad , <strong>de</strong>sazon y amargura , sino que lo hemos <strong>de</strong> hacer<br />
un foco <strong>de</strong> maledicencia? Harto funesta es ya la division que engendra la<br />
oposicion <strong>de</strong> intereses, sin que <strong>de</strong>mos pábulo á la enemistad con los dicterios.<br />
Que el litigante , embriagado con el cebo <strong>de</strong> su interés y ciego <strong>de</strong> có-