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Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino

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— 141<br />

oraciones, creo tambien que se <strong>de</strong>be usar con gran<strong>de</strong> parsimonia <strong>de</strong> estos<br />

adornos, aplicándolos solamente en cuanto baste para que el discurso <strong>de</strong>je<br />

<strong>de</strong> ser árido, y en vez <strong>de</strong> fatigar <strong>de</strong>leite; creo tambien que no <strong>de</strong>ben llamar<br />

nuestra primera atencion, sino que los hemos <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar como un<br />

cuidado accesorio ; que jamás nos hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviar <strong>de</strong> la naturalidad, <strong>de</strong><br />

la veracidad, <strong>de</strong>l calor y <strong>de</strong> la energia, calida<strong>de</strong>s todas propias y esenciales<br />

<strong>de</strong> nuestra locucion, á pretesto <strong>de</strong> aumentar la gracia y <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za <strong>de</strong><br />

esta; y por último, que aunque no sea fuera <strong>de</strong>l caso que en nuestras trabajos<br />

mostremos no sernos <strong>de</strong>sconocida la literatura, esto ha <strong>de</strong> ser cuando<br />

los rasgos, <strong>de</strong> que echamos mano tienen inmediata conexion con la<br />

cuestion que discutimos. En este mismo sentido esplica Ciceron la famosa<br />

suavidad <strong>de</strong>l estilo, que tanto recomendaba como una <strong>de</strong> sus condiciones<br />

esenciales, para que el auditorio se <strong>de</strong>leite en oir los discursos <strong>forense</strong>s,<br />

que <strong>de</strong> suyo son áridos y cansados. Da sit nobis ornatus et suavis orator,<br />

ut suavitatem habeat austeram et solidam, non dulcem atque <strong>de</strong>coctam.»<br />

De Orat. lib. 3.<br />

Oigamos al arzobispo <strong>de</strong> Cambrai sobre este mismo asunto. « ¿Qué<br />

juicio formareis, dice, <strong>de</strong> aquella <strong>elocuencia</strong> que solo se dirige á <strong>de</strong>leitar<br />

con bellas <strong>de</strong>scripciones, cuando seria necesario, como dice Sócrates, que<br />

encendiese, que hiriese el corazon, y que para curar las llagas que hiciesen<br />

sus filos, no usase <strong>de</strong> otros medios que el bálsamo fuerte <strong>de</strong>l raciocinio<br />

y la severidad <strong>de</strong>l régimen medicinal '1 - ¿Hallareis acertado , que el<br />

médico que os asistiese en una enfermedad grave, cuando os viese bien<br />

postrado, se entretuviese en recitaros trozos <strong>de</strong> <strong>elocuencia</strong>, y en daros<br />

muestras <strong>de</strong> agu<strong>de</strong>za? Diriais con razon que era un extravagante. Pues<br />

lo mismo <strong>de</strong>be <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> un abogado, que informando en una causa , en<br />

que se atravesase todo el patrimonio <strong>de</strong> una familia, ó la vida <strong>de</strong> un hombre<br />

se metiera á hacer el papel <strong>de</strong> erudito , y atestase su discurso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scripciones<br />

y figuras, ea vez <strong>de</strong> raciocinar con fuerza, y buscar los medios<br />

<strong>de</strong> tocar el corazon <strong>de</strong> los jueces. »<br />

Un poco mas abajo examina el mismo autor cuáles son los medios que<br />

sea lícito al orador emplear para <strong>de</strong>leitar su auditorio, y se esplica <strong>de</strong> esta<br />

manera. «Distingamos en esta materia. El <strong>de</strong>leite que conduce á la<br />

persuasion es oportuno, y <strong>de</strong>be solicitarse: las pruebas sólidas, propuestas<br />

con método, no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser gratas á los jueces; los movimientos<br />

vivos y naturales dan mucha gracia al discurso y las pinturas fieles y risueñas<br />

halagan sin duda alguna la imaginacion. Asi pues, admitimos en<br />

la <strong>elocuencia</strong> tres medios para agradar y <strong>de</strong>leitar, pero no se han <strong>de</strong> era-

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