Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
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que en mi concepto cuadran mejor en un teatro cómico , que en un tribunal.<br />
Tampoco estaria bien visto entre nosotros un abogado que se entretuviese<br />
en remedar la parte contraria, ó su <strong>de</strong>fensor, en el gesto, en las contorsiones,<br />
en la voz, en la pronunciacion, ó en el acento, que es lo que<br />
constituye la mofa por imitacion. i Qué letrado querria hacer las veces <strong>de</strong><br />
un mono! La verda<strong>de</strong>ra ridiculez estaria <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> quien cayese en estas<br />
estravagancias, que fastidian aun en los sainetes y entremeses. Hasta<br />
los oradores antiguos, que á las veces tenian que grangearse por estos<br />
medios tan impropios <strong>de</strong> su ministerio las buenas gracias <strong>de</strong> un populacho<br />
soez, recomendaban mucha cautela en su uso. « Ita est totum hoc ipso<br />
genere ridiculum, ut cautissimb tractandum sit , mimorum est enim ethologorum,<br />
si nimia est imitatio. Cic. <strong>de</strong> Orat. 42. Oratori minim convenit<br />
distortus vultus gestusque, quce in mimis ri<strong>de</strong>ri solent. » Quint. 1. 6. c. 3<br />
Todo lo mas que en esta parte se podria tolerar en los tribunales mo<strong>de</strong>rnos,<br />
seria una parodia <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong>l adversario, en que se intercalasen<br />
las espresiones vulgares , malsonantes y ridículas que se le hubiesen escapado,<br />
recalcándolas muy ligeramente.<br />
La befa por <strong>de</strong>scripcion, que es la mas frecuente, exige bastante habilidad;<br />
y á no poseerse una gracia natural para ella, es mejor no usarla,<br />
porque es un arma que vuelve sus filos contra el que la maneja mal. Aun<br />
en el trato familiar no hay cosa mas cansada y ridícula que un gracioso<br />
por fuerza.<br />
Dejemos á Quintiliano esplicar las diferentes especies <strong>de</strong> jocosida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> que él usaba, y contraigámonos á consi<strong>de</strong>rar este medio <strong>de</strong> ridiculizar<br />
en dos maneras á que pue<strong>de</strong> reducirse, que son el hecho y el dicho. Se<br />
ridiculiza con el hecho, haciendo la <strong>de</strong>scripcion, pintura y <strong>de</strong>talle <strong>de</strong>l objeto<br />
ridículo, y con el dicho lanzando una espresion suelta y picante, que<br />
pone súbitamente á la vista la ridiculez <strong>de</strong> la cosa. Para lo primero , que<br />
correspon<strong>de</strong> á lo que Ciceron llamaba facetum , se necesitan exactitud y<br />
gracia en la narracion, y para lo segundo, que es lo, mismo que él entendia<br />
por dicacitas, gran<strong>de</strong> precision y mucha sátira. «Ad ipsa ridiculorum<br />
generaveniamus, duo enim sunt genera facetiarum, in quibus <strong>de</strong>scribuntur<br />
hominum mores, et itá effinguntur, ut ré narratú aliquá quales sunt intelligantur..<br />
in dicto autem ridiculum est id, quod verbi aut sententice quodam<br />
acumine moventur.» Cje. <strong>de</strong> Orat. 1. 2. En la oracion pro Murena se<br />
encuentran muchos ejemplos prácticos y <strong>de</strong>licados <strong>de</strong> esta doctrina.<br />
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