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Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino

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— 1 4.6 —<br />

ARTICULO PRIMERO.<br />

De los lugares comunes ó tópicos.<br />

Apenas habrá una cuestion <strong>forense</strong> en que no se presenten algunos<br />

hechos ó circunstancias que puedan enlazarse con las i<strong>de</strong>as generales <strong>de</strong><br />

legislacion ó <strong>de</strong> moral , que esplican y caracterizan actos humanos;<br />

<strong>de</strong> cuyas relaciones <strong>de</strong>rivaban los antiguos sus tópicos ó lugares comunes,<br />

que aplicaban á todo género <strong>de</strong> causas , amplificando sus pruebas' directas<br />

con los argumentos que estraian <strong>de</strong> la naturaleza , cualida<strong>de</strong>s , causas y<br />

efectos <strong>de</strong> las cosas. (1Ccetera quce continuó orationis tractu magis <strong>de</strong>currunt<br />

in auxilium alpe ornainentum argumentorum comparantur, , nervisque<br />

illis , quibus causa continetur, , adjiciunt super inducti corporis<br />

speciem: ut si forté quid facturo irá vel metu , vel cupiditate dicatur laiiús<br />

qnce cujusque affectits natura sit persequamur;» Quint. lib. 5. c. 10.<br />

«Quia <strong>de</strong> universa re tractari solent , communes.. á veteribus nominati<br />

sunt. Cic. <strong>de</strong> Orat. lib. 3.<br />

Pongamos un ejemplo que haga mas perceptible esta doctrina. Supongamos<br />

que nos interesa <strong>de</strong>mostrar que un contrato adolece <strong>de</strong>l vicio <strong>de</strong><br />

usura, y alegamos que el prestamista es hombre conocido generalmente<br />

por su carácter avaro y escesivamente interesado, y que én otros contratos<br />

<strong>de</strong> igual clase ha tratado con la misma dureza á los infelices que la<br />

necesidad puso bajo su <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. En comprobacion <strong>de</strong> ello citamos<br />

varios hechos particulares que apoyan nuestra asercion y <strong>de</strong>ducimos que<br />

la usura es habitual en nuestro adversario, supliendo con este hecho<br />

general la falta <strong>de</strong> prueba , que regularmente se esperimenta en casos<br />

<strong>de</strong> esta naturaleza; porque los usureros acostumbran guarecerse con todas<br />

las precauciones que pue<strong>de</strong>n encubrir la verda<strong>de</strong>ra convencion <strong>de</strong>l<br />

préstamo. Probada la costumbre, es consiguiente esten<strong>de</strong>rse á proponer<br />

_una 'pintura enérgica <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>río que tiene sobre la voluntad: <strong>de</strong> la gran<strong>de</strong><br />

influencia que ejerce en los actos humanos : <strong>de</strong> la firmeza con que<br />

<strong>de</strong>be reprimirse un hábito vicioso para estirpario enteramente. Contrayéndose<br />

á la usura, se <strong>de</strong>be poner palpable su inmoralidad, la groseria<br />

y bajeza <strong>de</strong>l principio que induce al hombre á aprovecharse <strong>de</strong> la indigencia<br />

<strong>de</strong> un semejante suyo, para reducirlo á que pague un rédito <strong>de</strong>smedido<br />

y oneroso, que agrava su miseria, y consume la ruina <strong>de</strong> su<br />

patrimonio. La frecuencia <strong>de</strong> este <strong>de</strong>lito, la facilidad <strong>de</strong> encubrirlo, y

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