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Bello, Gramatica castellana

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831. 6.ª Las excepciones anteriores están sujetas a otra limitación, y es que si alverbo le sirve de predicado un sustantivo plural, no puede hacerse la concordancia sinoen este número: «Sentir y moverse son cualidades características del animal»; «Quiénhaya sido... y con qué objeto... son cosas que todavía se ignoran».832. 7.ª Si el verbo precede a varios sujetos singulares ligados por la conjunción y,puede ponerse en plural o concertar con el primero: «Causaron o causó a todosadmiración la hora, la soledad, la voz y la destreza del que cantaba». «Le vendrá elseñorío y la gravedad como de molde» (Cervantes). «Crecía el número de los enemigosy la fatiga de los españoles» (Solís). «Crecieron al mismo tiempo el cultivo, el ganadoerrante y la población rústica» (Jovellanos). «Lamenta ahora estos males la piedad y lalealtad española» (Villanueva). Tal es la doctrina de Salvá, contraria a la de Clemencín,que reprueba como viciosa esta concordancia de Cervantes: «Lo mismo confirmóCardenio, don Fernando y sus camaradas». Pero observando con atención el uso, seencontrará tal vez que estas dos autoridades son conciliables, aplicadas a diferentescasos; que si se habla de cosas rige la regla de Salvá, y si de personas la de Clemencín.«Acaudillaba la conjuración Bruto y Casio», «Llegó el gobernador y el alcalde», sonfrases que incurrirían cuando menos en la nota de inelegantes y desaliñadas. Lo cual seentiende si modificaciones peculiares no indican un verbo tácito, pues entonces el verboexpreso concierta con su respectivo sujeto, ya se hable de personas o de cosas: «Dejosever el gobernador, y a poco rato el alcalde»; «En llegando la ocasión mandaba la ira, y aveces el miedo» (Solís). Se subentiende con a poco rato, se dejó ver y con a veces,mandaba. Hay pues en tales casos dos o más proposiciones distintas, -239- en cadauna de las cuales el verbo está o se subentiende en el número que por las reglasgenerales corresponde. Bien que aun entonces es admisible el plural, que lo reduce todoa una sola proposición: «Ufanos» (los habitantes de la isla Gaditana) «de que en susuelo hubiesen tenido la independencia española un asilo, la libertad su cuna», etc.(Alcalá Galiano).833. 8.ª Concertar el verbo en singular con el último de varios sujetos que lepreceden, unidos por una conjunción copulativa expresa, me parece una falta, aunque elculto y correcto Solís haya dicho: «La obligación de redargüir a los primeros, y el deseode conciliar a los segundos, nos ha detenido en buscar papeles». Semejante licenciadebe reservarse a los poetas.Don Joaquín Lorenzo de Villanueva dice: «La evidencia de la razón y la justicia dela causa fue para aquellos ciegos voluntarios un nuevo estímulo que redobló su enconocontra la luz»; fue es aquí perfectamente admisible por la atracción que en ciertos casosejerce el predicado sobre el verbo (§ 348, f).834. 9.ª Aun cuando los sujetos no estén ligados sino con una conjuncióncopulativa tácita, es incontestablemente preferible el plural, siempre que precedan alverbo: «El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de loscielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu, son grande parte para que lasmusas más estériles se muestren fecundas» (Cervantes). A menos que el último sujetosea como una recapitulación de los otros. «Las flores, los árboles, las aguas, las aves, la

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