Salud Mental
co031102015-salud_mental_tomoi
co031102015-salud_mental_tomoi
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ciones; entre estas precariedad económica, discapacidad o<br />
enfermedad crónica no transmisible, situación permanente<br />
de maltrato o amenazas y la exposición a eventos de manera<br />
sucesiva o revictimización. Por otra parte, acontecimientos<br />
que para la mayoría de las personas serían o indiferentes o<br />
levemente dañinos, se vuelven desequilibrantes cuando les<br />
ocurren a personas con una estructura constitucional ansiosa.<br />
2.2.1.2. Impacto<br />
Aun cuando se han listado más de 60 experiencias vitales generadoras<br />
de estrés o tensión emocional y varían según el<br />
contexto sociocultural, el sexo y la edad, en general, se reconoce<br />
un impacto mayor a las que se producen fundamentalmente<br />
en el ámbito familiar, junto con las cuestiones<br />
personales (particularmente las propias de la relación de pareja);<br />
con pérdidas (muerte, abandono, separación y las que<br />
reconfiguran los papeles, relaciones y tareas: matrimonio, embarazo,<br />
etc.) (57).<br />
La ausencia de los padres es un factor para considerar, pues<br />
el cuidado de los padres desempeña un papel fundamental en<br />
la salud mental del hijo, ya que regula la mayoría de las interacciones<br />
con el ambiente, ayuda en el proceso de adaptación,<br />
en la configuración de redes neuronales, comportamiento y<br />
habilidades académicas, e incluso en el mercado laboral posteriormente<br />
(42). Eventos como la muerte de un familiar se<br />
asocian con desenlaces en la salud como la no adherencia al<br />
tratamiento antirretroviral en personas con VIH (44).<br />
Los sucesos vitales negativos tienen una influencia temporal<br />
mayor que la de los positivos, pues en la afectividad refuerzan,<br />
sobre todo, el bienestar psicológico y la integración social.<br />
Esta relación se mantiene aun controlando por edad y sexo<br />
(58). El hecho de ser mujer y haber vivido algún suceso vital<br />
estresante se asocia con un mayor puntaje de síntomas de depresión,<br />
por ejemplo; pero también en el campo de la salud se<br />
han vinculado las circunstancias de sufrimiento emocional<br />
temprano y severo con problemas y patologías diversas psiquiátricas<br />
y no psiquiátricas, algunas graves como las psicosis.<br />
Los eventos vitales reportados por los propios niños y por sus<br />
padres predijeron confiablemente la frecuencia con la que los<br />
niños sufrieron diferentes síntomas físicos y psicológicos. Este<br />
resultado es similar a los de investigaciones anteriores (59).<br />
Las respuestas ante los eventos críticos dependen de la<br />
situación y la interpretación que se haga de esta, la fuerza del<br />
evento, el estado de salud, el apoyo familiar y comunitario y<br />
las formas usuales de relacionarse. El momento vital, los recursos,<br />
la posibilidad de modificar la situación y el significado<br />
atribuido a la vivencia pueden agravar estas reacciones (60).<br />
Las situaciones anotadas trascienden el impacto individual<br />
para reflejarse o compartirse con las personas cercanas y, en<br />
general, con la familia y la red de apoyo social<br />
2.2.1.3. Estudios previos<br />
En el Estudio Nacional de 2003, experiencias como haber tenido<br />
que cuidar a otra persona, antecedentes personales de<br />
una situación grave o conflictos en la infancia con las personas<br />
que lo criaron se analizaron para cada una de las patologías<br />
evaluadas (10). En el Estudio Poblacional de Medellín<br />
2011-2012 se encontró que las figuras parentales durante la<br />
mayor parte de la niñez correspondieron en el 91,9 % a la madre<br />
biológica y el 69,6 % al padre biológico, diferencia destacable<br />
en lo que respecta a la figura parental masculina.<br />
Además, un alto porcentaje de los encuestados (88,9 %) aludió<br />
a la estabilidad económica del hogar en el cual creció. En<br />
ese mismo estudio se valoraron los eventos vitales actuales<br />
con los resultados que se exponen en la tabla 5.30, distribuidos<br />
según sexo (11).<br />
En el mismo estudio, otro aspecto de especial importancia<br />
abordado fue el de la negligencia por parte de padres o<br />
cuidadores, cuya expresión más frecuente fue la de encomendarle<br />
a los niños responsabilidades superiores a sus posibilidades.<br />
Destaca que en todas las situaciones presentadas<br />
fueron las niñas quienes más las sufrieron, según se aprecia<br />
en la tabla 5.31.<br />
2.2.1.4. Resultados: eventos críticos y curso de vida<br />
Se presentan enseguida los resultados correspondientes a situaciones<br />
generadoras de estrés y sufrimiento emocional,<br />
ocurridas en los últimos doce meses (eventos críticos actuales)<br />
indagadas para todos los grupos etarios, o sucedidas antes<br />
de los doce años de edad (eventos críticos sufridos en la<br />
infancia), para los de 18 y más años.<br />
2.2.1.4.1. Eventos críticos actuales<br />
En lo que respecta a los niños, el 51,5 % (IC95 %: 49,3-53,7) entre<br />
los 7 y 11 años vive con sus padres biológicos; por regiones<br />
se distribuyen así: 57,1 % en la región Atlántica; 48,0 % en la<br />
Central; 54,8 % en la Oriental; 46,4 % en la Pacífica, y 47,4 % en<br />
Bogotá. De los niños que viven con sus padres, 52,2 % habitan<br />
en hogares en situación de pobreza, y 51,4 %, no.<br />
100 encuesta nacional de salud mental 2015