Salud Mental
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nes se considera que la persona pueda tener un trastorno de<br />
personalidad. Estos se asocian con dificultades evidentes en<br />
la autorregulación emocional y los individuos que los presentan<br />
tienen patrones maladaptativos en diferentes dominios<br />
como los sentimientos y conductas, así como marcadas alteraciones<br />
en las relaciones interpersonales y el control de<br />
impulsos. En este sentido, existe un componente persistente<br />
que se desvía de las expectativas de la cultura del individuo<br />
y tiende a ser estable con larga duración.<br />
La agrupación de los trastornos de personalidad se ha<br />
definido en tres según la similitud en las características que<br />
se presentan en cada uno. El grupo A lo conforman los trastornos<br />
de personalidad paranoide, esquizoide y esquizotípico<br />
que se caracterizar por ser raros y excéntricos; el grupo B, por<br />
los trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista que se<br />
caracterizan por ser emocionales, erráticos y dramáticos, y el<br />
grupo C por los trastornos evitativo, dependiente u obsesivo<br />
compulsivo que se caracterizan por ser ansioso (8,97).<br />
4.6.1. Factores asociados<br />
Estudios poblacionales en otros países del mundo han identificado<br />
que individuos de sexo masculino, adultos jóvenes,<br />
no casados y con antecedentes de consumo de sustancias<br />
psicoactivas tienen un mayor riesgo de ser diagnosticados<br />
con un trastorno de personalidad (184). Por otro lado, aquellos<br />
individuos ya diagnosticados con un trastorno de personalidad<br />
tienen una probabilidad más alta de presentar<br />
enfermedades mentales, especialmente trastornos del ánimo,<br />
ansiedad o trastornos por consumo de sustancias psicoactivas<br />
(185-188).<br />
Es importante anotar que la relación entre los trastornos<br />
de personalidad y distintas enfermedades mentales es en algún<br />
grado específica, pues existe así mayor relación entre los<br />
trastornos de personalidad del grupo A (esquizoide, esquizotípico<br />
y paranoide) y patologías del espectro psicótico; los<br />
trastornos de personalidad del grupo B (histriónico, antisocial,<br />
narcisista y límite) y trastornos del afecto, multimpulsividad,<br />
auto o heteroagresión, y los trastornos de personalidad<br />
del grupo C (obsesivo, evitativo y dependiente) y trastornos de<br />
ansiedad.<br />
Adicionalmente, las personas con trastornos de personalidad<br />
no solo tienen mayor riesgo de presentar enfermedades<br />
mentales, sino que también tienden en mayor medida a estar<br />
desempleadas o tener empleos inestables, con mayor frecuencia<br />
presentan conductas violentas y problemas con la<br />
ley, perciben como deteriorado su estado de salud y experimentan<br />
una calidad de vida inferior a la de individuos de la<br />
población general de su misma edad y sexo (184,185,189).<br />
4.6.2. Impacto<br />
Se entiende que los trastornos de personalidad tienen una<br />
expresión y carga de enfermedad importante en la comunidad,<br />
aunque las prevalencias de los trastornos específicos<br />
tienden a ser bajas. Las personas con esta problemática utilizan<br />
mayores recursos en los sistemas de salud bien sea por<br />
deterioro de su salud física global, situaciones relacionadas<br />
con el trastorno de personalidad o por enfermedad mentales<br />
que, como anteriormente fue señalado, se asocian frecuentemente<br />
a esta condición. Adicionalmente, empeoran el curso<br />
de las enfermedades mentales y disminuyen el porcentaje<br />
de respuesta a los tratamientos para estas (186,187,190). Así<br />
mismo, las personas con trastornos de personalidad experimentan<br />
un deterioro global de su calidad de vida y presentan<br />
mayor discapacidad o limitación funcional. Por último, las<br />
personas con esta condición tienen mayor riesgo de involucrarse<br />
en conductas de riesgo, ser perpetuadores o víctimas<br />
de actos violentos, y muchos de ellos frecuentemente terminan<br />
involucrados en procesos legales o encarcelados (189).<br />
4.6.3. Estudios epidemiológicos<br />
Algunos estudios han demostrado que al menos un 50,0 %<br />
de los pacientes evaluados en un contexto clínico tienen trastornos<br />
de personalidad y se ha estimado una prevalencia de<br />
alrededor del 10 % en la población general (191-193). En la tabla<br />
5.131 se resumen la prevalencias de trastornos de personalidad<br />
de acuerdo con la clasificación diagnóstica del DSM<br />
III-R o del DSM IV en distintos estudios.<br />
252 encuesta nacional de salud mental 2015