Chapitre III - UNITAR

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las estructuras de gestión de la migración deben tener en cuenta la dimensión
humana de la migración, adoptando para ello medidas como la protección
de los derechos humanos y el suministro de asistencia especial a quienes lo
necesiten.
Uno de los aspectos de la responsabilidad estatal concierne la protección de
su población y de su territorio y confiere la autoridad de determinar quién
puede entrar y permanecer en el mismo. En el ejercicio de esta responsabilidad
soberana, la mayoría de los Estados ha recurrido a una perspectiva unilateral
de cara a la migración, desarrollando estrategias ad hoc para responder
a las necesidades e intereses nacionales. Por tanto, se han elaborado y
llevado a la práctica políticas y prácticas migratorias diferentes o incluso contradictorias.
Es más, no existe un sistema exhaustivo u homogéneo que cimiente la cooperación
de los Estados en materia de gestión de la migración internacional.
Sin embargo, la migración internacional es, por definición, un fenómeno
transnacional que plantea considerables desafíos políticos y de gestión,
además de traer consigo oportunidades para los gobiernos y otros interlocutores
en todas las regiones del mundo. Los Estados se han dado cuenta que
casi todos los países son simultáneamente países de origen, tránsito y destino
y que una migración que esté al servicio de todos, exige dejar de lado las perspectivas
aisladas y unisectoriales y favorecer las perspectivas globales.
Habida cuenta de estos antecedentes, la migración se ha abierto campo y ha
escalado puestos en la agenda internacional y ahora solicita con vehemencia
y apremio la atención de todos los gobiernos, sea cual fuera la naturaleza de
su participación o interés en la gestión de los procesos migratorios. Con
mayor frecuencia se observa que es preciso contar con una perspectiva global
y encauzada de cara a la migración a nivel nacional, regional y mundial
que aliente un mayor diálogo y cooperación entre todos los países, al tiempo
que involucra a los demás interlocutores pertinentes de la migración.
Asimismo, es preciso encarar la migración con equidad en las esferas
económicas, sociales y de desarrollo, mientras que las políticas migratorias
deben acompañarse de medidas políticas pertinentes, por ejemplo, la capacitación
de los funcionarios gubernamentales. También cabe una mayor transparencia
de las medidas políticas, en particular, confiriendo un acceso legal
al mercado laboral, junto con mayor información, que deberá ser difundida
por los gobiernos de manera objetiva, fidedigna y exacta a todas las partes
concernidas.
Introducción