Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
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XXXIX<br />
ticia. Inútil, dicen, porque la esposicion sencilla <strong>de</strong>l hecho y <strong>de</strong> los títulos<br />
en que el pleiteante funda su intencion <strong>de</strong>beria ser suficiente instruccion<br />
para los jueces; y perjudicial porque ataca la impasibilidad<br />
<strong>de</strong> su ministerio halagando y seduciendo sus ánimos con los encantos v<br />
atavíos <strong>de</strong>l arte; en apoyo <strong>de</strong> todo lo cual se citan la disciplina <strong>de</strong> los<br />
Egipcios, que luego que hubieron conocido el arte <strong>de</strong> escribir, <strong>de</strong>sterraron<br />
á los oradores <strong>de</strong> sus tribunales, y el ejemplo <strong>de</strong>l A reopago<br />
<strong>de</strong> Atenas, que no juzgaba sino <strong>de</strong> noche las causas criminales y tenia<br />
prohibido ,que en las <strong>de</strong>fensas se usara <strong>de</strong> exordio ni peroracion.<br />
Algunos •han contraido su oposicion á la <strong>elocuencia</strong> oral, única que<br />
.suponen nociva, queriendo que. los pleitos se fallen sobre las pruebas y<br />
alegaciones escritas. Esta segunda opinion ha tenido gran valimiento;<br />
porque se ha creido que conciliaba toda la amplitud que se <strong>de</strong>be á la<br />
<strong>de</strong>fensa con los inconvenientes que se suponen en la espresion verbal<br />
<strong>de</strong>•ella, aliñada con los adornos <strong>de</strong> la oratoria, y tambien se refiere en<br />
su apoyo la práctica <strong>de</strong> los tribunales <strong>de</strong> la China. Por último, se arguye<br />
tanto por los unos como por los otrós, con los graves abusos que<br />
alguna vet.se han cometido á favor <strong>de</strong> los medios oratorios para estraviar<br />
la recta administracion <strong>de</strong> justicia, inflamando la sensibilidad<br />
<strong>de</strong> los jueces, conmoviendo sus pasiones, alterando su firmeza y <strong>de</strong>bilitando<br />
el imperio supremo <strong>de</strong> la Ley.<br />
• Estas son sustancialmente las objeciones mas fuertes, que apelando<br />
al juicio severo <strong>de</strong> la razon proponen los antagonistas <strong>de</strong> la oratoria<br />
<strong>forense</strong>, pretendiendo quebrantar la costumbre inmemorial y general<br />
en todas las naciones cultas, que la tienen :adoptada como garantía<br />
imprescindible <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas <strong>de</strong> los litigantes, á par que <strong>de</strong> la recti -<br />
tud y el acierto, <strong>de</strong> los fallos <strong>de</strong> los tribunales, como antes se ha <strong>de</strong>mostrado,<br />
y entre los apóstoles <strong>de</strong> esta innovacion peligrosa y fecunda<br />
en trastornos para el ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los juicios se hacen mas notables por<br />
la opinion ventajosa que justamente tienen merecida en el mundo literario,<br />
Montaigne, (1) Locke (2) y Fililingieri (3), <strong>de</strong> cuyos argu-<br />
(4) Essais. Liv. 1. C. 51.<br />
(2) Essais philosof. Liv. 3. C. 1. Pár. 14.<br />
(3) Ciencia <strong>de</strong> la leg. Liv. 3. Cap. 20