08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 179 – Capítulo XVII<br />

—¡Ah! sois vos, padre mío, buen Abrahem —le dijo Macías<br />

con un estremecimiento involuntario, y una nube <strong>de</strong> tristeza<br />

envolvió su frente.<br />

—Bien venido a la Corte.<br />

—¡A la Corte!<br />

—Sí; adiós, joven osado...<br />

—Escuchad; esas palabras... me dijisteis, es verdad... ¡Corte,<br />

Corte funesta!<br />

—Adiós.<br />

—¿No podéis explicaros?<br />

—Ahora imposible; si queréis verme, al anochecer os esperaré<br />

en mi cámara.<br />

—¿Cierto, Abrahem? Esperadme. Adiós.<br />

—Adiós.<br />

Siguió <strong>el</strong> astrólogo con su aparente prisa la dirección <strong>de</strong> su<br />

cámara y Macías, distraído, revolviendo mil confusas i<strong>de</strong>as en<br />

su imaginación, quedó entre sus curiosos amigos, a quienes<br />

ni contestaba ya acor<strong>de</strong> ni podía apenas aten<strong>de</strong>r. ¡Tal era<br />

la impresión que la palabra corte, pronunciada por <strong>el</strong> físico,<br />

había hecho en su imaginación!<br />

—Macías ha perdido la cabeza —iban diciendo sus amigos<br />

al <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> él—. Ese maldito hechicero, en cuyas<br />

comisiones ha andado, le ha turbado <strong>el</strong> juicio. ¡Habéis visto<br />

qué <strong>de</strong>sconcierto! ¡Qué distracción! O está enamorado o ha<br />

perdido <strong>el</strong> seso.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!