08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 56 – Capítulo IV<br />

sin hacer escrúpulo alguno hasta <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rla si fuese preciso<br />

recurrir a medios violentos, que al parecer no <strong>de</strong>bía tener<br />

adoptados todavía su agitado esposo. Quiso, sin embargo, explorar<br />

<strong>el</strong> campo y soltar alguna expresión por <strong>don</strong><strong>de</strong> pudiera<br />

conocer la firmeza <strong>de</strong>l terreno en que iba a aventurar su pie<br />

mal seguro.<br />

—Es preciso buscar un medio —repitió <strong>don</strong> <strong>Enrique</strong> <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> otra pausa <strong>de</strong> inútil reflexión.<br />

—Si mi mujer, gran señor, se empeñara en estar casada<br />

conmigo a la fuerza, o me fingiría impotente...<br />

—¿Estás loco? ¿Impotente?<br />

—¿Crees, señor, que <strong>el</strong>la resistiría a esa prueba?... o...<br />

hallaría algún medio para que se quitase ese obstáculo por<br />

<strong>el</strong> mismo término que se nos ha quitado <strong>el</strong> obstáculo <strong>de</strong>l<br />

maestre.<br />

—¿Qué quieres <strong>de</strong>cir?... —dijo espantado <strong>don</strong> <strong>Enrique</strong>.<br />

—¡Eh! —dijo Ferrus, afectando una risa estúpida—. Digo<br />

que si yo, hablo <strong>de</strong> mí no más, si yo supiera hacer <strong>de</strong>l<br />

plomo oro, como ha un rato me has dicho, también sabría<br />

hacer <strong>de</strong> los vivos muertos —y clavó sus ojos en los <strong>de</strong>l con<strong>de</strong><br />

para explorar <strong>el</strong> efecto que había producido su expresión,<br />

bien como <strong>el</strong> muchacho, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber tirado la piedra,<br />

anda buscando con los ojos en <strong>el</strong> espacio <strong>el</strong> punto que <strong>de</strong>be<br />

marcarle <strong>el</strong> alcance <strong>de</strong> su tiro.<br />

—Lejos <strong>de</strong> mí semejante i<strong>de</strong>a; si la separación es imposible,<br />

no seré maestre; pero recurrir a una violencia, nunca;<br />

todavía no he manchado con sangre mi diestra; si la intriga<br />

no basta, no llamaré al puñal ni al veneno en mi socorro.<br />

—¿La intriga? —repitió vagamente <strong>el</strong> juglar, convencido<br />

<strong>de</strong> que había aventurado <strong>de</strong>masiado— ¿Sabes, señor, que si<br />

me das licencia yo he <strong>de</strong> encontrar <strong>de</strong> aquí a poco una intriga<br />

que te plazca? Tengo una i<strong>de</strong>a; ya sabes que soy un necio, o

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!