08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

– 247 –<br />

CAPÍTULO XXV<br />

Agua le echaron por <strong>el</strong> rostro<br />

para facerlo acordado,<br />

y vu<strong>el</strong>to que fuera en sí,<br />

todos le han preguntado<br />

qué cosa fuera la causa<br />

<strong>de</strong> verlo así tan parado.<br />

Romance <strong>de</strong>l Cid<br />

A la mañana siguiente brillaban con fuego extraordinario<br />

los ojos <strong>de</strong> Fernán Pérez. Leíase en su semblante la<br />

alegría que inundaba su corazón. Efectivamente, la or<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> caballería era en aqu<strong>el</strong> tiempo la más alta dignidad a<br />

que pudiese aspirar un hombre <strong>de</strong> armas tomar. Su virtuoso<br />

origen y sus fines, aún más virtuosos, le daban tal prestigio,<br />

que los reyes se honraban con tan honorífico dictado, y un<br />

caballero, sólo con serlo, tenía <strong>de</strong>recho a comer en su mesa,<br />

honor que no disfrutaban ya ni sus mismos hijos, hermanos<br />

o sobrinos, mientras no entraban en aqu<strong>el</strong>la noble cofradía.<br />

Era preciso ser hidalgo por parte <strong>de</strong> padre y madre, y con la<br />

antigüedad por lo menos <strong>de</strong> tres generaciones; era preciso<br />

haber dado pruebas <strong>de</strong> valor y gozar <strong>de</strong> una reputación pura<br />

e inmaculada. A muchos les costaba, a<strong>de</strong>más, pasar por <strong>el</strong><br />

largo noviciado <strong>de</strong> paje y escu<strong>de</strong>ro progresivamente. Los que<br />

habían entrado al servicio y a hacer prueba <strong>de</strong> su persona con<br />

un rey o un príncipe <strong>de</strong> alta categoría, en calidad <strong>de</strong> pajes, se<br />

llamaban <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong>es; Macías se había hallado con <strong>Enrique</strong> III

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!