08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 221 – Capítulo XXII<br />

consigo mismo—, imagina arbitrios para engran<strong>de</strong>cer a un<br />

ser débil y <strong>de</strong> carácter in<strong>de</strong>ciso, y él mismo <strong>de</strong>rribará la obra<br />

que hayas edificado. ¡Remordimientos, remordimientos dos<br />

hombres! Sin embargo, si mueren por una hermosa, la hermosa<br />

al saber su muerte, la colgará como trofeo en <strong>el</strong> altar<br />

<strong>de</strong> sus conquistas, y volverá los ojos a emponzoñar tranquilamente<br />

con sus nuevas sonrisas y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>nes la existencia <strong>de</strong><br />

un tercero. ¡Y nosotros, entretanto, con remordimientos!<br />

Mientras esto pasaba en la cámara <strong>de</strong> <strong>don</strong> <strong>Enrique</strong> <strong>de</strong><br />

Villena, caminaban hacia <strong>el</strong> soto <strong>de</strong> Manzanares con <strong>el</strong> mayor<br />

silencio nuestros dos competidores. <strong>El</strong> hidalgo, al salir por la<br />

puerta <strong>de</strong>l cubo <strong>de</strong> la Almu<strong>de</strong>na, se había vu<strong>el</strong>to a Macías,<br />

que le seguía con la indiferencia y serenidad <strong>de</strong> un hombre<br />

que nada espera y que está por consiguiente dispuesto a todo,<br />

y le había dicho:<br />

—Caballero, mientras más apartados <strong>de</strong> la población, reñiremos<br />

con más libertad.<br />

Al <strong>de</strong>cir estas palabras, que fueron sin duda oídas, aunque<br />

no contestadas, hizo un a<strong>de</strong>mán con la mano dando a enten<strong>de</strong>r<br />

que <strong>de</strong>bían seguir algún trecho más a<strong>de</strong>lante, camino <strong>de</strong><br />

la casa <strong>de</strong> <strong>El</strong> Pardo, que a la sazón edificaba <strong>don</strong> <strong>Enrique</strong><br />

<strong>el</strong> <strong>Doliente</strong> en medio <strong>de</strong>l famoso soto. Macías manifestó su<br />

asentimiento a tal proposición, siguiéndole a pocos pasos.<br />

Así anduvieron largo trecho, conservando siempre entre sí<br />

igual distancia y <strong>el</strong> mismo silencio; parecían en medio <strong>de</strong><br />

la oscuridad dos troncos cortados a igual altura, que movidos<br />

<strong>de</strong> impulso extraordinario, se trasladaban a otro punto,<br />

por entre sus muchos lozanos compañeros, que <strong>de</strong>safiaban a<br />

las nubes con sus altas copas, por cuyas ramas pasaba, agitándolas<br />

y susurrando tristemente, <strong>el</strong> viento <strong>de</strong> las vecinas<br />

sierras. Por fin, llegaron a una especie <strong>de</strong> plazoleta formada<br />

por los leñadores, que habían hecho su carga en aqu<strong>el</strong> paraje

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!