08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 214 – Capítulo XXI<br />

en la habitación <strong>de</strong>l astrólogo, merecen <strong>de</strong> mi parte premio<br />

y galardón? Creedme, joven impru<strong>de</strong>nte, un mundo entero<br />

existe entre vos y entre mí; jamás le traspasaréis.<br />

—¡Jamás! ¡Dios mío!<br />

—Y escuchad; si queréis evitar mi odio, si mi aprecio os<br />

interesa, jamás me habléis <strong>de</strong> amor; os prohíbo que habléis <strong>de</strong><br />

amor, os prohíbo que os presentéis <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mí, os prohíbo<br />

que me dirijáis trova ni canción alguna; os prohíbo...<br />

—Prohibidme <strong>el</strong> vivir, cru<strong>el</strong>, y acabaréis más pronto —contestó<br />

<strong>el</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> con toda la amargura <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación.<br />

—Juradlo, Macías, juradlo si sois caballero.<br />

—¿Que jure yo no amarte? Jurad vos no ser hermosa,<br />

jurad que vuestra voz no será dulce y penetrante, jurad que<br />

vuestros ojos no me abrasarán en lo sucesivo y yo juraré<br />

entonces...<br />

—¡Silencio! Soy perdida. ¿No sentís pasos? ¿No oís? ¡Abrahem,<br />

Abrahem!<br />

—Sí; pero esa puerta se cerrará...<br />

—¿Qué hacéis? Teneos. ¿Queréis hacerme <strong>de</strong>lincuente<br />

cuando soy sólo <strong>de</strong>sgraciada?<br />

—Señor Fernán Pérez —dijo a este tiempo la conocida voz<br />

<strong>de</strong>l astrólogo en la antecámara—, entrad en mi habitación y<br />

daré satisfacción a vuestras preguntas.<br />

—Él es —exclamó Macías apretando por última vez la<br />

mano <strong>de</strong> <strong>El</strong>vira, que se <strong>de</strong>sasió <strong>de</strong> él, y lanzando un ¡ay!<br />

agudo y penetrante, se <strong>de</strong>jó caer sobre <strong>el</strong> sitial que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />

sí tenía.<br />

<strong>El</strong> lejano y repentino ruido <strong>de</strong> la conocida tormenta no<br />

pone más pavor en <strong>el</strong> corazón <strong>de</strong>l asustado marinero que <strong>el</strong><br />

que produjo en <strong>el</strong> pecho <strong>de</strong>l hidalgo la voz acongojada que en<br />

bal<strong>de</strong> intentaba <strong>de</strong>sconocer.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!