08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 181 – Capítulo XVIII<br />

—Buenos días —le dijo—, señor Hernán Pérez; bien hacéis<br />

en venir, porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que la señora con<strong>de</strong>sa ha <strong>de</strong>saparecido,<br />

no hay medio <strong>de</strong> alegrar a mi prima. Venid, venid a<br />

consolarla; mis esfuerzos todos son inútiles.<br />

—¡Vuestra prima, señor paje! —dijo con asombro y gravedad<br />

<strong>el</strong> escu<strong>de</strong>ro—. ¿Supongo que no os queréis burlar <strong>de</strong><br />

mí?<br />

—¿Yo burlarme, señor escu<strong>de</strong>ro, pesia mi alma? Para burlas<br />

estamos por cierto, y no se cesa <strong>de</strong> llorar hoy en esta<br />

habitación. Entrad vos mismo y lo veréis.<br />

Abrió Hernán Pérez la mampara inmediata y quedóse<br />

como <strong>de</strong> piedra cuando, contra todas sus esperanzas, vio<br />

levantarse, al presentarse él, a <strong>El</strong>vira, que con afectuosas<br />

palabras:<br />

—Esposo —le dijo—, cuán mal lo hacéis conmigo; vos<br />

tenéis secretos para mí, vos pasáis los días enteros lejos <strong>de</strong><br />

mí; hoy, sobre todo, me habéis <strong>de</strong>jado sola, y sabéis que no<br />

tenía ya la compañía <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>sa...<br />

—Per<strong>don</strong>ad, <strong>El</strong>vira, si... Yo... ya sabéis que... —pero nunca<br />

pudo <strong>de</strong>cir más <strong>el</strong> asombrado escu<strong>de</strong>ro. Su esposa estaba<br />

vestida <strong>de</strong> negro, sí, pero su ropa no manifestaba haber salido<br />

aqu<strong>el</strong>la mañana; por otra parte, la dama enlutada había<br />

quedado en palacio.<br />

—¿Qué tenéis? ¿Traéis mala nueva?<br />

—Sí por cierto —contestó más repuesto Fernán Pérez—;<br />

os traigo la <strong>de</strong> que me he vu<strong>el</strong>to loco.<br />

—Muy cuerdo lo <strong>de</strong>cís.<br />

—Jurara que os había visto en otra parte...<br />

—Pue<strong>de</strong>...<br />

—¿Cómo? ¿Pue<strong>de</strong>?...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!