08.05.2013 Views

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

El doncel de don Enrique el Doliente - Djelibeibi

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>El</strong> <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong> ... – 306 – Capítulo XXXI<br />

—¡Señor caballero! —repuso <strong>el</strong> paje no menos admirado y<br />

satisfecho—. Buena la hicisteis la mañana pasada. ¡Ah!, otra<br />

vez ved <strong>de</strong> ser más pru<strong>de</strong>nte.<br />

—¿Acaso <strong>El</strong>vira...?<br />

—Mirad, <strong>de</strong> eso nada sabré <strong>de</strong>ciros sino que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces<br />

esposo y esposa se tratan <strong>de</strong> una manera... La señora<br />

pasa llorando los días y <strong>el</strong> señor rabiando las noches... La<br />

casa es un infierno. F<strong>el</strong>izmente, a mí nada me tocó <strong>de</strong> lo que<br />

merecía. Pero a propósito, gózome <strong>de</strong> encontraros. Diome mi<br />

hermosa prima...<br />

—Más bajo.<br />

—No, no hay p<strong>el</strong>igro.<br />

—¿Qué te dijo?<br />

—Que si volvíais alguna vez, como habíais <strong>de</strong>jado prometido...<br />

—¡Como <strong>el</strong>la misma...! querrás <strong>de</strong>cir...<br />

—Sí, bien..., como gustéis.<br />

—¿Y qué?<br />

—Nada; no os aflijáis. Mirad: las mujeres son... vos lo<br />

conocéis mejor que yo...<br />

—¿Qué hablas, pajecillo? Acaba.<br />

—¡Ah! no, si os enfadáis... Tranquilizaos y os diré...<br />

—¡Acaba, por Santiago! Juro por <strong>el</strong> infierno que estoy<br />

tranquilo.<br />

—Me dijo, pues —contestó <strong>el</strong> paje aterrado <strong>de</strong> la extraña<br />

tranquilidad <strong>de</strong>l <strong><strong>don</strong>c<strong>el</strong></strong>—, que si volvíais, se os dijera que no<br />

estaba.<br />

—¿Eso dijo? ¡Perfidia! ¡Perfidia sin igual! ¿Y no lloró al<br />

<strong>de</strong>cirlo, no tembló, miserable? Sed generoso con las damas;<br />

creed, creed un solo punto. «¡Salvad mi honor, huid, y volveréis!,<br />

que os amo», dijo, ¡y todo fue mentira! ¿Y yo salí y<br />

obe<strong>de</strong>cí? ¡Necio! ¡Insensato! ¡Ah!, ¡mal<strong>de</strong>cida generosidad!

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!