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el bautismo

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150<br />

LA TEOLOGÍA Y LA PRÁCTICA DEL BAUTISMO<br />

que la doctrina agustiniana de la gemina praedestinatio [doble predestinación]<br />

no fue jamás oficialmente aceptada por la Iglesia Católica<br />

Romana; pero más ad<strong>el</strong>ante será motivo de fuertes controversias<br />

(controversia semip<strong>el</strong>agiana).<br />

Podemos decir que la idea d<strong>el</strong> pecado original y la necesidad de<br />

la salvación de los neonatos por <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> estaba tan bien establecida<br />

después de Agustín que puede decirse que este ayudó a<br />

que <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> de los niños alcanzará la victoria definitiva. También<br />

es verdad que los detractores d<strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> de los niños también<br />

contribuyeron en la victoria, en parte por rechazar este <strong>bautismo</strong><br />

a partir de un estado de infancia idealizado –inocencia per se de<br />

la infancia– que no puede probarse ni por la Biblia ni por la experiencia.<br />

Los defensores d<strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> de los niños que creen en la<br />

transmisión hereditaria de la corrupción original, podían erigirse en<br />

representantes de la ortodoxia: «Para hacer justicia a la iglesia d<strong>el</strong><br />

final d<strong>el</strong> siglo II, hay que reconocer que por <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> de los neonatos<br />

luchó contra un error que se había extendido ampliamente por<br />

aqu<strong>el</strong> entonces: la pretendida inocencia natural de los niños». 73 La<br />

palabra de Jesús sobre la salvación de los niños (Mc 10: 13-16),<br />

que promete a los niños pequeños «la salvación sin restricciones»<br />

(K. Aland), 74 no descansa en la inocencia infantil sino simplemente<br />

en <strong>el</strong> hecho de ser niño. Mientras que con <strong>el</strong> mismo espíritu que los<br />

rabinos, 75 los discípulos querían alejar a los niños –los niños estaban<br />

metidos en <strong>el</strong> mismo saco que las mujeres, los locos y los es-<br />

rebus fidei et morum. 37ª ed. Freiburg im Breisgau: Herder, 1991, p. 106-107. (En<br />

línea: Enchiridion Symbolorum, o Denzinger (versión francesa). 37ª ed.<br />

[Consulta: 19 julio 2010]).<br />

73<br />

R. BREMME, «Das Heil der kleinen Kinder». En: D. SCHELLONG, Warum Christen<br />

ihre Kinder nicht mehr taufen lassen, Frankfurt a. Main, 1969, p. 185.<br />

74<br />

Ídem, p. 179.<br />

75<br />

OEPKE, Albrecht. «Das Kind im Alten Testament und im Judentum». En: KIT-<br />

TEL, G. (ed.). ThWNT, Vol. 5, p. 645.

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