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el bautismo

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LA RENOVACIÓN DEL BAUTISMO EN LA IGLESIA ADVENTISTA<br />

sido previamente bautizadas por inmersión en <strong>el</strong> nombre d<strong>el</strong> Padre,<br />

d<strong>el</strong> Hijo y d<strong>el</strong> Espíritu Santo.<br />

A. El “re<strong>bautismo</strong>”<br />

Puesto que nuestros pioneros consideraban la inmersión como <strong>el</strong><br />

único mod<strong>el</strong>o bíblico aceptable de <strong>bautismo</strong>, las personas bautizadas<br />

anteriormente con cualquier otro método eran consideradas<br />

como no estando totalmente bautizadas. En otras palabras, la pregunta<br />

que se planteó a comienzos d<strong>el</strong> adventismo con respecto a la<br />

práctica d<strong>el</strong> re<strong>bautismo</strong> no era saber si una persona que no había<br />

recibido <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> bíblico por inmersión debía ser rebautizada. Tal<br />

persona estaba considerada como no bautizada. 51 J. H. Waggoner,<br />

por ejemplo, expresa esta idea con mucha fuerza desde 1857 cuando<br />

trató d<strong>el</strong> «prejuicio (porque no debemos llamarlo de otro modo)<br />

que existe contra <strong>el</strong> re<strong>bautismo</strong>». Al respecto, escribió esto: «De la<br />

necesidad de bautizar aqu<strong>el</strong>los que han recibido <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> por<br />

aspersión, durante su infancia o en cualquier otro momento, apenas<br />

hay que hablar; al no ser este un <strong>bautismo</strong>, no se puede hablar de<br />

re<strong>bautismo</strong>.» 52<br />

51 Hay que destacar que, a pesar de sus fuertes convicciones sobre <strong>el</strong> tema, los<br />

primeros adventistas profesaban también que «numerosas personas que jamás<br />

han recibido <strong>el</strong> <strong>bautismo</strong> por inmersión serán sin ninguna duda salvas.» (SMITH,<br />

Uriah. Synospis of the Present Truth, p. 285).<br />

52 J. H. Waggoner comenta la práctica de la «aspersión» de una persona en <strong>el</strong><br />

nombre d<strong>el</strong> Padre, etcétera, afirmando: «Esto me parece tomar su nombre en vano.»<br />

Llama a esto una «ceremonia no autorizada» (WAGGONER, J. H. «Baptismanswer»,<br />

op. cit., p. 173). Algunos días más tarde volvió sobre <strong>el</strong> mismo tema y<br />

rechazó la idea de que la sinceridad de intención en una acción equivocada pueda<br />

reemplazar la acción correcta cuando se evidencia <strong>el</strong> error. De modo que la experiencia<br />

pasada de una persona no es una garantía suficiente para ser aceptada por<br />

Dios indefinidamente (ídem, «Baptism». Advent Review and Sabbath Herald. Vol.<br />

9, núm. 23 [9 abril 1857], p. 181 (en línea:<br />

199

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