Al Señor don Jorge Atucha

Santos Vega o Los mellizos de la flor : rasgos dramáticos de la vida del gaucho en las campañas y praderas de la República Argentina (1778 a
1808)
Solía en el Baradero 214
al sacristán cierta china
decirle: « ché , en la cocina
a las ánimas te espero.»
Y el hombre tal se apuraba,
que apenas oscurecía
a las guascas 215 se prendía
y las ánimas tocaba,
Como sabía olvidarlas,
cuando de alguna jarana
a la una de la mañana
recién venía a tocarlas.
Pero, las más ocasiones,
un sacristán por sus citas
a las ánimas benditas
les pega unos madrugones,
Como el que pegó a Berdún,
que a las nueve no se fue,
sino a las siete, porque
esa tarde en Chascomún,
El sacristán se mamó,
y por equivocación
vino a tocar la oración,
y las ánimas tocó...
De modo que al oír tocar
las campanas el teniente,
hizo montar a su gente
214 Baradero: pueblito de campaña.
215 Güascas: las cuerdas de cuero de las campanas.
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