LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
meta. El Sultán recurrió a sus prismáticos -impresionantes, algo menores que dos<br />
botellas de whisky enlazadas- y la periodista echó una ojeada distraída a la pista, por<br />
donde cruzaba un raudo, confuso revoloteo de brazos esgrimiendo fustas, rubricado<br />
con un pataleo apremiante de cascos sobre el césped afelpado.<br />
-¡Vaya, pues ha ganado el ocho! Me he equivocado. ¿Ve usted como hago bien<br />
en no jugar?<br />
-Pero, vamos, ¿cómo puede ser que se equivoque alguien que sabe tanto como<br />
usted y que está, por así decirlo, en el ajo del asunto? Yo creí que ustedes, los happy<br />
few, siempre sabían quién va a ganar...<br />
-¡Los happy few! ¡Buenísimo! Pues ya ve, a la hora de la verdad los happy son<br />
mucho más few de lo que usted supone. Aquí casi nadie puede estar seguro de nada.<br />
Seguramente incluso los caballos se equivocarían, si pudiéramos pedirles su<br />
pronóstico antes de cada carrera.<br />
-¿Acaso ni siquiera ellos saben distinguir a los buenos de los malos? Porque<br />
no me negará usted que todo consiste en que hay caballos mejores y peores...<br />
Abdulá lanzó otra ráfaga de instantáneas, mientras pensaba: los caballos<br />
pueden ser de varias categorías, pero los humanos pertenecen todos a la misma.<br />
Desvalidos y estimables cuando carecen de poder, arrolladores y falaces -¡odiosos!-<br />
cuando lo consiguen. Pero la insobornable voz de su Arma, el momento se acerca,<br />
será más pronto que tarde, pondrá a cada cual en su sitio: y Alá reconocerá a los<br />
suyos.<br />
Con gesto floreado, el Sultán sacó de su bolsillo pectoral una voluminosa<br />
cigarrera y de ella extrajo un puro nudoso, retorcido, convulsionado. Disfrutó<br />
evidentemente con la mirada de asombro y rechazo de la señorita Lust.<br />
-¿Buenos y malos? Veamos, Susana: ¿qué le parece a usted este cigarro?<br />
Admita que no le gusta su aspecto: parece estropeado y viejo. Sin embargo, es<br />
excelente. Se trata de una muy rara y selecta labor cubana, los llamados «culebras».<br />
Los ignorantes, adoradores de la línea recta y las convenciones, los rechazan porque<br />
tienen forma de sacacorchos. Ellos se lo pierden... Con los caballos de carreras pasa<br />
frecuentemente lo mismo. El simple aspecto atlético del animal es engañoso. A veces<br />
hay que ser un poco retorcido y dar bastantes vueltas hasta encontrar la auténtica<br />
excelencia...<br />
La periodista le lanzó una mirada discretamente impaciente, mientras<br />
tamborileaba con la contera de su bolígrafo en el bloc de notas. Empezaba a hartarse<br />
de tanta sinuosidad para responder a preguntas directas y sencillas. Pero Basilikos<br />
no pensaba renunciar así como así a su pavoneo filosófico: probablemente ante los<br />
guardaespaldas tenía menos gracia darse aires de sabiduría... Encendió con giratoria<br />
minuciosidad su «culebra», aspiró, expulsó con deleite una bocanada de humo<br />
fragante, comprobó que la punta contorsionada del puro estaba uniformemente<br />
prendida, volvió a dar otra chupada y procedió a seguir con su discurso:<br />
111