01.03.2015 Views

LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net

LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net

LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

A veces es uno solo, otras un par de ellos, pero siempre se les nota. Para eso tengo un<br />

auténtico sexto sentido. Los huelo, como a la rata que se pudre en un desagüe. Se los<br />

nota condenados a perder, apuesten lo que apuesten. Lo demás es muy sencillo: en<br />

cuanto los tengo bien localizados, juego contra él o contra ellos el resto de la noche<br />

Negro contra rojo, pares contra impares... Es infalible, gano siempre. No tengo más<br />

secreto que ése...<br />

Con el habitual derroche de decibelios, un coche de policía seguido por una<br />

ambulancia llegó por la rampa. Frenaron imperiosamente para dar paso a unos<br />

camilleros, un sanitario y un par de policías. Me incorporé y me aparté un poco, con<br />

el fin de dejarlos trabajar en paz. Puse cara contrita y solícita de buen ciudadano que<br />

acaba de cumplir con su sagrado deber. Todavía estaba aturdido por lo que acababa<br />

de contarme el supuesto Narciso Bello. Un sanitario le tomó el pulso, examinó la<br />

herida y luego movió la cabeza con preocupación. Los camilleros dispusieron las<br />

parihuelas y le acomodaron con cierta brusquedad sobre ellas, mientras los policías<br />

se me acercaban, cuaderno de notas en mano. Se los veía moderadamente recelosos,<br />

pero yo no tenía nada que ocultar. Comencé a dar mis datos y a contar una versión<br />

abreviada, pero exacta en lo fundamental, de lo que había ocurrido. Pero fui<br />

inesperadamente interrumpido por el sanitario que acompañaba al herido:<br />

-¡Oiga, usted, señor! Parece que este hombre quiere decirle algo...<br />

Los dos policías se acercaron un poco mas a mí, como temiendo que echase a<br />

correr. Quizá llegaba por fin la acusación de mi víctima... Me incliné sobre la camilla<br />

y el galán de la buena suerte, o si prefieres el adversario de la mala, me cogió el<br />

brazo con fuerza. Casi me hacía daño. Tenía los ojos cerrados y habló sin abrirlos,<br />

pero otra vez con la sonrisilla irónica a flor de labios, ahora ya más crispada.<br />

-¡Qué raro es todo, eh! ¿Verdad que todo es rarísimo?<br />

75

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!