LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
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disimuladamente a un hombre alto y elegante de mediana edad que en ese momento<br />
cruzaba con paso decidido el salón rumbo a la mesa de la ruleta-. ¿Ven a ese<br />
caballero? No sé cuál es su nombre real, nosotros en la Hermandad le llamamos<br />
Narciso Bello, ya saben, como ese primo tan afortunado del Pato Donald. Pues bien,<br />
ese tipo es un caso extraordinario de buena suerte, al menos en lo tocante al juego.<br />
No creo equivocarme si les digo que gana siempre, y yo mismo, en los últimos tres<br />
meses, he presenciado cómo saltaba la banca otras tantas veces en este local. En<br />
cuanto le ve acercarse a la ruleta, el crupier se pone a transpirar...<br />
Miró al Príncipe con provocación maliciosa e hizo un gesto de invitación<br />
como cediéndole el paso.<br />
-Adelante, si no me crees puedes comprobar personalmente lo que afirmo. Te<br />
apuesto lo que quieras a que Narciso Bello gana también esta noche. Y créeme si te<br />
aseguro que para hacer esta predicción no confío en la buena suerte (a mí nunca me<br />
acompaña, soy igualmente desdichado en el juego y en el amor), sino que tan sólo<br />
acepto lo que sencilla pero inapelablemente me ha enseñado la experiencia.<br />
El Príncipe le devolvió la mirada y luego se encogió de hombros. Durante un<br />
segundo, brilló en los ojos azules la chispa del reto que se acepta, el fulgor del<br />
desafío.<br />
-Muy bien, después de todo aún no he hecho ni una sola apuesta en toda la<br />
noche. Ya es hora de empezar. ¿Te parecen bien tres de los grandes? -Ante la<br />
aquiescencia muda del Hermano Mayor, se volvió hacia la ruleta e hizo un leve<br />
gesto con la mano. Aunque el Comandante estaba en apariencia plenamente<br />
concentrado en las incidencias del juego, en realidad no quitaba ojo a la mesa de su<br />
jefe. De modo que en un momento estaba junto a él, escuchando lo que el Príncipe<br />
quiso susurrarle al oído. Después asintió y regresó de nuevo al tapete de juego. Con<br />
una leve sonrisa, su patrón se reintegró también como si nada a la charla con Gaudy-<br />
. Bueno, ya está. Alea iacta est, como dijo el gran aventurero... un precursor de vuestra<br />
Hermandad. Mi amigo nos referirá puntualmente lo que ocurra en la ruleta: puedes<br />
estar tranquilo porque en estas misiones su objetividad es total. Y ahora perdona<br />
pero hay algo que me resulta chocante. Si quisieras...<br />
-¡Adelante, adelante! Estaré encantado de aclararte cualquier duda... -De<br />
pronto relajado tras ver su apuesta aceptada, el Hermano Mayor era todo mieles y<br />
obsequiosidad. Pero seguía con la asquerosa gotita de saliva pegada al labio inferior.<br />
-Pues, francamente, no acaba de encajarme Pat Kinane en todo esto. Me<br />
asombra que se haya interesado por cuestiones tan... metafísicas.<br />
-¿Interesarse? Di más bien que se apasionó en cuerpo y alma. En la última de<br />
nuestras cenas a la que asistió, hace dos o tres semanas, intervino contando el caso<br />
de un jockey elegido por la buena suerte y fue un auténtico éxito. Comprobamos que<br />
tiene esa facilidad céltica para narrar leyendas. En el fondo, todos los irlandeses son<br />
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