LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-¡Vamos, amigo mío! Tampoco habrá olvidado que los impíos revolucionarios<br />
jacobinos desalojaron el altar mayor de Notre-Dame de sus hostias y vírgenes para<br />
entronizar a la diosa Razón, representada por una actriz ligera de ropa. Para ser<br />
eficaces, los comienzos de la lucha contra lo establecido y tradicional deben adoptar<br />
formas superficialmente semejantes a lo que combaten. Los humanistas del<br />
Renacimiento no paraban de invocar a la diosa Fortuna a fin de hacer menos patente<br />
que no sentían devoción por ninguna otra divinidad de las realmente veneradas...<br />
¡salvo por aquella que las desmentía a todas!<br />
El Doctor se sentía evidentemente un poco incómodo envuelto en tanta<br />
mitología.<br />
-Pero ¿no era el azar o la suerte una especie de predestinación para los<br />
antiguos? Algo así como la causa que invocaban cuando no sabían qué causa<br />
invocar. Y creo que hoy sigue funcionando igual para nuestros contemporáneos más<br />
supersticiosos...<br />
El Hermano Mayor enano le interrumpió con brusquedad y bastantes malos<br />
modos. Era evidente que disfrutaba mucho más dando lecciones magistrales que<br />
contestando objeciones.<br />
-¡Ni mucho menos, nada de eso! ¡Como si los grandes maestros del pasado<br />
fuesen imbéciles! ¿Acaso era imbécil Lucrecio, para quien sólo la noción de azar<br />
acaba con la superstición porque excluye todas las razones fundadoras y cualquier<br />
ordenamiento intencional del mal llamado cosmos? ¿O Pascal, que atinadamente<br />
consideraba la opaca y ciega casualidad el reverso infernal de Dios? Señor mío, se<br />
diría que confunde usted lo radicalmente aleatorio con el horóscopo de las revistas o<br />
la buenaventura de las gitanas...<br />
Se había encrespado tanto que se le erizaba la copiosa barba y parecía lanzar<br />
chispas, como si estuviese sometida a electricidad estática. De modo que el Príncipe<br />
optó por suprimir la polémica y pasó a interesarse mansamente por la doctrina.<br />
-Creo entender por tanto que su Hermandad rinde algún tipo de culto o<br />
veneración al azar...<br />
-¡Pues entiende usted muy mal! -Gaudy se mantenía en pie de guerra, aunque<br />
se iba tranquilizando poco a poco-. Mire, sigue usted creyendo más o menos que el<br />
azar es para nosotros una especie de divinidad, en vez de lo antidivino por<br />
excelencia. Fíjese, hombre, y se convencerá: en el azar no hay nada que adorar o que<br />
reconocer porque precisamente el azar consiste en negarse a cualquier adoración, a<br />
cualquier reconocimiento y sobre todo a cualquier explicación última. ¡No hay razón<br />
de nada, todo es sin por qué o porque sí, como prefiera!<br />
Había alzado agudamente la voz casi hasta el chillido, lo que sobresaltó a un<br />
viejo camarero y puso en riesgo de derrumbe las copas y la botella que llevaba sobre<br />
la bandeja.<br />
58