LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
LA HERMANDAD DE LA BUENA SUERTE - Wikiblues.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
«¡Ah, de modo que es por eso por lo que vienes! Quieres comprobar por ti<br />
mismo si aún cumplo o si debes darme ya la patada.» Wallace ni por un momento<br />
pensó que el interés del propietario por su estado fuese fruto de la simpatía humana<br />
o de la simple cordialidad, ni siquiera superficial. Aunque no era hombre aficionado<br />
a las letras, hacía tiempo había leído y anotado en un cuaderno la opinión de un<br />
viejo escritor inglés: «Para saber lo que Dios piensa del dinero, basta fijarse en a<br />
quién se lo da.» Tenía al Dueño por la confirmación más insigne a su alcance de este<br />
irrefutable apotegma.<br />
-Pues ya ve, don José, estoy bastante bien, gracias. Ha sido un bache pero<br />
parece que vamos saliendo de él.<br />
-Estupendo, me alegro, me alegro mucho. Mejor así, claro. Con la Copa tan<br />
cerca todos debemos estar en forma, ¿verdad? Bueno, ahí llegan los caballos. ¿Cómo<br />
se plantea el entrenamiento de hoy?<br />
Wallace se lo explicó sobriamente. Johnny Pagal llevaría a Espíritu Gentil,<br />
tratando de reservarlo todo lo posible. A los mil quinientos metros se les uniría<br />
Nosoygato con Osabe y harían mil metros más fuertes de verdad, a ver cómo<br />
remataba el campeón. El Dueño se quedó pensativo.<br />
-Muy bien. ¿De modo que el chico lleva a Espíritu, eh? En fin, seguro que<br />
usted sabe lo que hace.<br />
Ya estaban los dos caballos junto a ellos. Espíritu Gentil resultaba menos<br />
impresionante visto con su sobrio apresto cotidiano que aderezado para el esplendor<br />
cuando aparecía en el paddock antes de uno de sus compromisos en el hipódromo: de<br />
hecho, parecía más pequeño y casi más humilde. Lo mismo que esas estrellas de cine<br />
que despiertan pasiones en la pantalla o cuando acuden a las galas con vestido largo<br />
pero no llaman la atención a quien se tropieza con ellas haciendo la compra en el<br />
supermercado. Sin embargo de vez en cuando el fulgor del día recién estrenado<br />
destacaba como por sorpresa la potencia de su juego muscular rotundo y fibroso<br />
bajo la piel leonada. A su lado, el siempre fiable Nosoygato tenía un aire<br />
irremediablemente utilitario. Wallace repitió un par de veces sus instrucciones a los<br />
ji<strong>net</strong>es, con brevedad y precisión. Después ambos partieron por la pista hacia sus<br />
respectivos puntos de salida, con ese galope corto llamado en jerga hípica «cánter»<br />
como olvidado recuerdo al paso que llevaban los peregrinos de antaño en su camino<br />
hacia Canterbury.<br />
Para qué negarlo, Johnny Pagal estaba nervioso. Era la primera vez que<br />
ocupaba la montura de aquel caballo con fama de difícil y quería a toda costa<br />
demostrarle al entrenador que no se equivocaba confiando en él, aunque fuera para<br />
esa tarea aparentemente menor. Además, la inesperada presencia del Dueño -que le<br />
había tributado un saludo escueto e inquisitivo- no contribuía precisamente a su<br />
tranquilidad. El potentado acababa de comentarle a Wallace que su campeón tenía<br />
buen aspecto, mejor dicho: que no lo tenía malo, y el entrenador repuso entre dientes<br />
que «Después de todo, lleva un año entero sin correr». Había cierto reproche en el<br />
83