03.04.2015 Views

tratado_fibro_quistica

tratado_fibro_quistica

tratado_fibro_quistica

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

298 REHABILITACIÓN RESPIRATORIA Y EJERCICIO FÍSICO<br />

en el diseño de ejercicios sencillos para realizar en casa (54, 64, 65), con resultados muy esperanzadores, resulta<br />

demasiado frecuente que los pacientes abandonen el programa con rapidez. Nuestra experiencia nos muestra que<br />

la adherencia al programa de ejercicio depende del diseño de este y de la tutela y seguimiento por parte de personal<br />

formado en el área de la actividad física para la salud, que saben cómo influir en los pacientes para convertir el<br />

ejercicio en ocio atractivo.<br />

Duración y frecuencia<br />

Aunque el ejercicio debe formar parte de los hábitos de vida dentro de esta población afectada con FQ, para encontrar<br />

efectos positivos de los programas de ejercicio aeróbico en la función pulmonar y en las variables FEV 1<br />

y<br />

FVC se precisan intervenciones de ejercicio de 12 meses de duración del programa. Las mejoras conseguidas en<br />

fuerza precisan menos tiempo de programa, encontrando mejoras en 8 semanas.<br />

La frecuencia de las sesiones cardiovasculares debe ser de 3-5 veces en semana, considerando que menos de tres<br />

sesiones no tiene efectos sobre la condición física; la duración de cada sesión debe ser de 60 minutos efectivos,<br />

teniendo en cuenta que debe comenzar y terminar de forma progresiva (42). La frecuencia de las sesiones de<br />

fuerza debe ser de 2 días a la semana, en días no consecutivos. Para mantener las mejoras conseguidas durante el<br />

entrenamiento es suficiente trabajar la fuerza una vez a la semana, evitando el trabajo de fuerza todos los días, ya<br />

que la sobrecarga articular podría originar mayor posibilidad de lesiones traumatológicas (52).<br />

Intensidad<br />

Se ha comprobado que no es necesario el ejercicio de alta intensidad, recomendándose que esta se sitúe en torno<br />

al 75 % de la FC máxima teórica, lo que se considera ejercicio de intensidad moderada (48, 54). En la mayor<br />

parte de los casos se emplea el control de la frecuencia cardíaca con pulsómetro como herramienta habitual de<br />

medida de la intensidad, pidiéndoles a los pacientes que se mantengan entre el 50 y el 80% de la FC máxima<br />

teórica o entre el 45 y 75% de la FC reserva o VO 2<br />

pico, o bien, en fracciones de la carga máxima alcanzada<br />

durante la valoración funcional. No obstante, lo correcto sería determinar la frecuencia cardíaca pico alcanzada<br />

en la valoración funcional y marcar la intensidad entre el 50 y 80% de la frecuencia cardíaca pico, intensidad<br />

que dependerá de la condición física del enfermo. La prescripción ha de revisarse tras las primeras sesiones,<br />

adaptándolas a los requerimientos de cada uno. No obstante, los pacientes con FQ deberían someterse a una<br />

determinación directa de la FC máxima alcanzada, ya que es frecuente que tengan limitaciones ventilatorias que<br />

les impiden alcanzar la frecuencia cardíaca máxima teórica; cuando esto sucede se utiliza la FC pico obtenida en<br />

el esfuerzo pico como valor de referencia para hacer una correcta prescripción de ejercicio. Si durante la realización<br />

de la prueba de esfuerzo acontece una disminución de la saturación arterial de oxígeno por debajo del<br />

90%, entonces la FC a la que sucede este evento se considera como valor de referencia para buscar la intensidad<br />

individual y adecuada para conseguir las mejoras que el ejercicio aporta a dicha patología. En los casos en los que<br />

aparezca casi al comenzar la sesión de entrenamiento, o a FC menores a 120 lpm, estaría indicado el empleo de<br />

oxígeno complementario para mantener la SaO 2<br />

por encima del 90% y permitirle entrenar al menos a intensidades<br />

de entre 120 y 130 lpm.<br />

Seguramente, la principal información que se puede obtener de la ergometría radique en la determinación del<br />

nivel de intensidad de ejercicio a partir del cual aparece la disminución de saturación de oxígeno arterial, lo que<br />

permite establecer límites en la prescripción de ejercicio para los enfermos (42,66). Los pacientes que presentan<br />

desaturación de oxígeno arterial o reducción de la ventilación alveolar deberían ser objeto de un especial control, y<br />

prescribírseles ejercicios de menor intensidad. La hipoxemia podría aumentar el riesgo de la aparición de un cuadro<br />

arrítmico (38), aunque no parece que haya pruebas concluyentes que indiquen que la desaturación momentánea<br />

durante un ejercicio de corta duración pueda dañar al niño con FQ. Los pacientes que sufren desaturación de<br />

oxígeno arterial como respuesta al ejercicio pueden beneficiarse de las adaptaciones producidas por el ejercicio<br />

mediante el empleo de oxigenoterapia durante el entrenamiento (67). Por otro lado, al sufrir estos enfermos (y en<br />

especial los más deteriorados), una limitación en la FC máxima teórica, y ser esta una herramienta ordinariamente

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!