ANA MARÍA PEPPINO BARALEdel grupo a la vez que da pie a Quinopara poner en su boca comentarios queaumentan la gama humorística. Si esante el reclamo de la hermana, “¡Dalenomás!...Parece que vas a usar chupetehasta el último día de tu vida! ¿Ehé?”,pregunta sorprendido “¿Pod qué? ¿Despuésqué me van a comprad? O cuandoobserva a Mafalda y Miguelito que estánmuy concentrados jugando ajedrez y lespregunta si en ese juego pueden ganarlos dos y ante la respuesta de que sólouno puede hacerlo, reflexiona: “¿Y el otropada qué juega?”La inclusión al final de Libertad agregaactitudes contestatarias y desfachatadassimilares a las protagonizadas por Mafalda;no tiene ningún empacho para negarserotundamente a seguir las indicacionesde la maestra:Hasta su escasa estatura, semejante ala del pequeñín Guille, es motivo de comentariorelacionándola con la situacióneconómica: Mafalda apoyada displicentementeen un árbol, ve pasar a Libertad,ambas se saludan, y al verla alejarse laprimera dice compungida: “Bajita comonivel de vida, la pobre.” Más radical que lapropia Mafalda aplica su sentido políticohasta en la geometría: la maestra insisteen que la pequeña alumna diga el nombrede un triángulo y ya perdiendo la pacienciarecalca:“−¡¡Pero no!! Un triángulo que tienetodos sus lados iguales es…−¡Ah!... ¡Socialista!”Como se aprecia, cada personajecumple un papel representativo dentrode ese fresco costumbrista producto delgenio de Quino, de tal modo que en elmicrocosmo resultante se suceden prácticassociales que no sólo son expresiónde una idiosincrasia nacional temporal,sino que han tenido un efecto expansivoque ha superado su horizonte histórico ygeográfico. Los mensajes verbo-icónicossiguen despertando sonrisas y, a menudo,sonoras carcajadas cuando la lectorao lector encuentra la correspondenciacon su propia vida o con situaciones desu quehacer cotidiano. Es decir, que esteentretenimiento masivo ha logrado reuniruna cantidad de referentes culturales que,por una u otra razón, permanecen en lamemoria colectiva y permiten la decodificaciónadecuada, dado que su comprensiónes producto del reconocimientode lugares comunes de su forma de vida.42 FUENTES HUMANÍSTICAS 39 DOSSIER
MAFALDA. EL HUMOR GRÁFICO SEGÚN QUINOCONCLUSIÓNYa se puede decir que Mafalda es una tiracanónica, dado el título por los lectoresque no han dejado en 45 años deleerla, de tomar sus palabras como dichoscotidianos y de usar su imagen como iconomulticopiado de la cultura popular argentina.Y sin intención de ser irreverente,es posible que con el correr del tiempoel personaje de Quino abra a codazosla estrecha lista de obras y autores “mayores”y se coloque como firme representantede una narrativa gráfica que supo–quizás sin quererlo el propio autor–, leercríticamente la realidad cercana y así,apropiarse simbólicamente del “espíritu”de una sociedad. En todo caso los lectorescontinúan, no sólo en su país de origen,y el traspaso generacional es evidentecomo en mi propio caso, que releí aMafalda con mi hijo y ahora con mi nietomayor quien comparte con su hermanitola película del clásico de los dibujos animados.Queda claro que el trabajo humorísticode Quino, se ha incorporado alimaginario colectivo de generaciones yque forma parte del canon personal delectores de diversos países. En este sentido,Tomás Eloy Martínez asienta que:En estos [comienzos] de siglo, despuésde incontables y caprichosas variacionesdel canon impuestas por la críticao las cátedras de literatura argentina,son los lectores –parece– los que estánreorganizando el mapa de los grandestextos y los que deciden qué se puededejar de lado. Cada lector, después detodo, va elaborando su propio canon alo largo de la vida, teniéndolo con loslibros que relee por pasión o por deseo,a sabiendas de que otros libros canónicosse le irán quedando en el camino. 31Quino es pues un humorista gráfico congran cantidad de productos temáticos que,como dicen los argentinos, “nos hacencagar de risa”, y así aligeran la vida ahoratan llena de malas noticias –las preferidasindiscutiblemente por los medios deinformación que aún no comprenden quela violencia ya no es noticia en el sentidoclásico del término–, y que se reúnen envolúmenes reimpresos en múltiples ocasiones.El mundo de Quino es muchomás que Mafalda, sin embargo esta tiraha adquirido un lugar preferencial enla cultura (a secas, sin adjetivo) argentina,que ha reconocido a la niña inquisitiva,irreverente y reflexiva, a la que sepropuso reconocerla como CiudadanaIlustre de la Ciudad Autónoma de BuenosAires con lo que hubiese sido el primero,y con seguridad el único personajede historieta en lograrlo. Pero a últimomomento tropezó con la zancadilla deuna reglamentación injusta.El 26 de octubre de 1988 el intendenteporteño, Facundo Suárez Lastra, y su secretariode Cultura, Félix Luna, 32 presentaronante el Concejo Deliberante unproyecto de ordenanza para que Mafaldafuera reconocida como Ciudadana Ilustrede la Ciudad de Buenos Aires, ya quedicho personaje:[…] simboliza lo mejor del espíritu demuchos jóvenes argentinos, que no se31Tomás Eloy Martínez, “Una mirada sobre la literaturaargentina. El canon argentino”, en línea.32Nació en Buenos Aires en 1925, durante años hasido el líder de la divulgación histórica nacionalen la Argentina, fundador y director de la revistaTodo es Historia (1967).FUENTES HUMANÍSTICAS 39 DOSSIER 43