Casanare: exhumando el genocidiozona como “los Urabeños’, comenzó a operaren Casanare, como parte <strong>de</strong> una estrategia <strong>de</strong>expansión territorial trazada por Carlos y VicenteCastaño con la cual buscaban la apropiación <strong>de</strong> losrecursos petroleros <strong>de</strong> la región y el control militar<strong>de</strong> una zona bastante conflictiva.Si se observa con atención, la producción <strong>de</strong>lfenómeno paramilitar en Casanare resulta unproceso más complejo <strong>de</strong> lo que parece, no es sóloun espejo <strong>de</strong> la actividad insurgente o una reaccióna la expansión guerrillera y a su penetración en lospo<strong>de</strong>res locales (alcaldías, gobernaciones, ministeriopúblico). Al analizarlo regionalmente resulta evi<strong>de</strong>ntesu ligazón a los diferentes procesos económicos,es <strong>de</strong>cir, a los diferentes procesos <strong>de</strong> acumulaciónque ha sostenido la región en su <strong>de</strong>venir. Por esavía es que este fenómeno se articula al Estado. Enello convergen fuerzas militares y paramilitarismo:son el instrumento <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> acumulación(lo que no niega contradicciones ocasionales entreellos <strong>de</strong> acuerdo a intereses diversos y relaciones<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r). Cuando Casanare <strong>de</strong>sarrolló un mo<strong>de</strong>loagropecuario, el paramilitarismo se concentró enla protección <strong>de</strong> la economía hacendaria y <strong>de</strong> losgamonales. Luego, con la adopción <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>loagroindustrial volcó sus intereses a ese sector, nosólo brindando seguridad sino apropiándose <strong>de</strong>tierras para expandir los negocios. La entrada<strong>de</strong>l narcotráfico supondría para las auto<strong>de</strong>fensas,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una función <strong>de</strong> seguridad, apropiación<strong>de</strong> tierras y protección <strong>de</strong>l negocio ilícito, un retofrente a ciertos sectores <strong>de</strong>l Estado y su políticaantidrogas.Finalmente, con la emergencia <strong>de</strong>l boom petrolero,la labor <strong>de</strong>l paramilitarismo se hizo más complejay se dispuso en varios frentes. En primer lugar,<strong>de</strong>bía alejar a la guerrilla <strong>de</strong> los pozos con ayuda<strong>de</strong>l Ejército y <strong>de</strong>spejar regiones como la veredaEl Vegón, en Recetor, para el inicio <strong>de</strong> nuevostrabajos <strong>de</strong> exploración. Entre tanto, había quemantener a raya aquellas pretensiones <strong>de</strong> lasorganizaciones sociales que entorpecieran la lógica<strong>de</strong> acumulación <strong>de</strong>l capital transnacional y privado.En segundo lugar, su objetivo fue apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>la mayor cantidad <strong>de</strong> recursos provenientes <strong>de</strong>esta economía con evi<strong>de</strong>ntes fines <strong>de</strong> lucro, peroa<strong>de</strong>más, con el fin <strong>de</strong> garantizar el crecimiento <strong>de</strong>sus fuerzas. Por último, el paramilitarismo se avocóa mantener el control social y político <strong>de</strong> la región,sembrando miedo, eliminando opositores políticos,pero a<strong>de</strong>más, dominando el Estado en todos losniveles.El proyecto avanzó a tal punto que cerca <strong>de</strong> 3.000hombres en armas se movían sin problemas entodo el <strong>de</strong>partamento y otros tantos ocupabanlas oficinas <strong>de</strong> la gobernación, las alcaldías yhasta las personerías. Aunque los diferentesgrupos convergieron, el móvil económico fuetan evi<strong>de</strong>nte que llevó a muchos a enfrentarseentre sí. La hegemonía sobre regiones <strong>de</strong>l norte y<strong>de</strong>l sur que puso en guerra a Urabeños (AUC) yBuitragueños (ACC) entre 2001 y 2003 no era sóloun asunto <strong>de</strong> jurisdicciones, o una contradiccióneminentemente política frente al tema <strong>de</strong>l proceso<strong>de</strong> paz con el gobierno <strong>de</strong> Uribe, el centro <strong>de</strong> ladisputa fue una discusión sobre quien controla queactividad económica, quien controla <strong>de</strong> qué modola sociedad.Pese a hechos como estos el paramilitarismo seapo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> Casanare. De un momento a otro esasociedad quedó bajo el dominio paramilitar <strong>de</strong> caboa rabo. Alcal<strong>de</strong>s, gobernadores, policías, militares,taxistas, muchos trabajaban para ese proyecto <strong>de</strong>acumulación económica basado en la apropiaciónsegura <strong>de</strong> la renta petrolera para las transnacionalesy <strong>de</strong> las regalías para una clase regional y nacionalligada al paramilitarismo. Junto a los recursos<strong>de</strong>l petróleo los paras acumulaban los réditos <strong>de</strong>lnarcotráfico, la agroindustria, la extorsión y el robo<strong>de</strong> tierras.Convergencias petroleras yparamilitares.En este punto las convergencias entre el negociopetrolero y el paramilitarismo son evi<strong>de</strong>ntes y casiinevitables. Convergencias que se anudan en su raíza un mo<strong>de</strong>lo petrolero transnacional y neoliberal<strong>de</strong> acumulación, y a un conflicto social irresuelto,pero que en su superficie se expresan <strong>de</strong> maneradiversa. Con frecuencia llamamos paramilitarismo aejércitos <strong>de</strong> ultra<strong>de</strong>recha auspiciados por el Estadoy el capital. No obstante sus formas, su proyectoy la i<strong>de</strong>ología que lo alimenta se revelan en otroslugares <strong>de</strong> la sociedad.Miedo, silencios y <strong>de</strong>sconfianza. Estos son los rasgosmás elocuentes <strong>de</strong> una región que vivió por años eldominio paramilitar y todas sus vejaciones, mientrasel negocio <strong>de</strong>l petróleo marchaba sin problemas.Al examinar el Casanare actual encontramos una“sociedad <strong>de</strong>l control” en don<strong>de</strong> el uso <strong>de</strong>l cabellolargo o <strong>de</strong> aretes en los hombres resulta motivosuficiente para morir, en algunos municipios. Haceunos años los horarios, sitios <strong>de</strong> tránsito y reglassociales se <strong>de</strong>bían cumplir sin contestación. Lafigura <strong>de</strong>l “macho” se afianzó, evocando no alllanero <strong>de</strong> antaño, sino al paramilitar o al petrolero,generalmente uribista, bien vestido y montado en86
vía la parapolítica se convirtió en para economía.El paramilitarismo no sólo adquirió gran<strong>de</strong>s sumas<strong>de</strong> dinero a través <strong>de</strong> extorsiones a comerciantes,gana<strong>de</strong>ros y ciudadanos corrientes, sino que, segúnfuncionarios <strong>de</strong>l GAULA, una <strong>de</strong> sus mayoresfuentes <strong>de</strong> recursos provino <strong>de</strong> los porcentajes <strong>de</strong>las regalías petroleras que les obligaban a pagar alos municipios. El 70 por ciento <strong>de</strong> esas extorsionesse atribuyeron a las auto<strong>de</strong>fensas. 19gran<strong>de</strong>s camionetas <strong>de</strong> las cuales sale la estruendosamelodía <strong>de</strong> un “corrido prohibido”. La apología al<strong>de</strong>lito acompaña a esta cultura que menosprecia lalabor campesina, las tradiciones <strong>de</strong>l trabajo y quesólo toma para sí los elementos más convenientes <strong>de</strong>la cultura llanera: lo recio, el machismo, la fuerza.A esas transformaciones sociales y culturales se sumóel copamiento <strong>de</strong> las instituciones estatales por parte<strong>de</strong> simpatizantes o miembros <strong>de</strong>l paramilitarismo;fenómeno que los medios han <strong>de</strong>nominado laparapolítica. Uno <strong>de</strong> los casos más serios fue el<strong>de</strong>l ex Gobernador y Representante a la CámaraEfrén Hernán<strong>de</strong>z, quien el 15 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>2007 se reunió a negociar con Gustavo RamírezIbáñez, alias ‘Tábano’, un reconocido paramilitar<strong>de</strong>l Casanare. 17 Luego vinieron los casos <strong>de</strong> variosalcal<strong>de</strong>s entre los que se encontraban LeonelRoberto Torres <strong>de</strong> Aguazul; Jorge Eliécer López <strong>de</strong>Tauramena; Henry Monte <strong>de</strong> Maní; Raúl Cabrera<strong>de</strong> Villanueva, Aley<strong>de</strong>r Castañeda <strong>de</strong> Monterrey yMauricio Esteban Chaparro <strong>de</strong> Sabanalarga. Todosfueron <strong>de</strong>tenidos y se inició un proceso en su contrapues las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>scubrieron que ellos, siendocandidatos a las alcaldías, se comprometieron consu firma a aceptar 14 exigencias hechas por losparamilitares, entre las que figuraban la entrega <strong>de</strong>l50% <strong>de</strong>l presupuesto municipal y <strong>de</strong>l 10% <strong>de</strong> lacontratación. 18Como informaron las autorida<strong>de</strong>s, los seis alcal<strong>de</strong>sresultaron elegidos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2003 manejaron cerca<strong>de</strong> 500.000 millones <strong>de</strong> pesos en regalías. Por esta17. En: “De rumba con ‘Tábano’”, En: Revista Semana,15 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2007.18En: Revista Semana, 4 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2007.También dos congresistas <strong>de</strong>l Casanare compartieron,con los <strong>de</strong> otras 14 regiones (entre ellos el primo<strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte, Mario Uribe), la acusación sobresus nexos con el paramilitarismo. Se trató <strong>de</strong> OscarWilches y Efrén Hernán<strong>de</strong>z. 20 En el caso <strong>de</strong> Wilcheslo que más llamó la atención <strong>de</strong> la Corte fue una<strong>de</strong>claración en la que el ex político afirmaba nohaberse dado cuenta que las AUC controlaran lamaquinaria política <strong>de</strong> Casanare, pese a que lasautorida<strong>de</strong>s conocían el po<strong>de</strong>r que Martín Llanostenía allí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1998. Otros políticos como JervinGonzalo Grosso, candidato a la alcaldía <strong>de</strong> Maní en2007, se reunieron en 2003 con los paramilitares <strong>de</strong>‘Martín Llanos’ y firmaron un documento conocidocomo el ‘Pacto <strong>de</strong> Casanare’. Juan Antonio BernalRamírez, candidato a la alcaldía <strong>de</strong> Sabanalarga en2007 incurrió en el mismo <strong>de</strong>lito y el gobernadorMiguel Ángel Pérez, fue <strong>de</strong>stituido pues al parecerrecibió dinero <strong>de</strong> las ACC para financiar sucampaña.No po<strong>de</strong>mos olvidar el caso <strong>de</strong> William Pérez,llamado a <strong>de</strong>clarar ante las autorida<strong>de</strong>s pues suadministración entregó contratos a varias empresasy cooperativas que funcionaban como fachadas <strong>de</strong>lparamilitarismo. La lista <strong>de</strong> políticos que sirvieron alproyecto paramilitar también incluye a José MauricioJiménez Pérez, <strong>de</strong>tenido por la Dijín para respon<strong>de</strong>rpor sus presuntos nexos con los paramilitares <strong>de</strong>‘Martín Llanos’ y por la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> Luis ArielBernal López, ocurrida en agosto <strong>de</strong>l 2002, cuandose <strong>de</strong>sempeñó por primera vez como alcal<strong>de</strong>. Estosy otros tantos casos que quedarán confinados alolvido revelan el alcance <strong>de</strong>l proyecto paramilitar,su fuerte imbricación en la sociedad y el modo enque se tejieron articulaciones entre paramilitarismo,ejercicio <strong>de</strong> gobierno, <strong>de</strong>sarrollo institucional y elavance <strong>de</strong>l proyecto petrolero <strong>de</strong> acumulación.19En: “El señor <strong>de</strong> la guerra”. Revista Semana, 20 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 2003. Edición 112020El caso <strong>de</strong> Wilches es bastante paradójico, mesesantes <strong>de</strong> su <strong>de</strong>tención el político casanareño presionópara lograr la <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong> Andrés Rueda <strong>de</strong> lajefatura <strong>de</strong> la campaña <strong>de</strong> Álvaro Uribe en Casanare porsus presuntos nexos con el paramilitarismo. En: “El año<strong>de</strong> la Verdad”, Revista Semana, 19 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 2007.Cinep • Cospacc87
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