hiver - Historical Revisionism by Vrij Historisch Onderzoek

——————————————————————> Conseils de révisions / hiver winter 2007
De manera que si el Holocausto existió o no, no va a dilucidarse por vía dialéctica, ni
porque alguien alce más la voz que los demás.
Lo que dice muy poco en favor de los afirmacionistas es ese inusitado interés en afirmar
contra viento y marea el Holocausto. Ellos son la versión de los obstinados afirmadores de la
existencia de Dios que llevan camino de emular a los históricos perseguidores de infieles y
luego de comunis-tas.
El holocausto existe para todo aquél que es ajusticiado o mediante juicio parodiado.
Existe para ese ya cercano millón de iraquíes matados por serlo. Existe para esos todavía
in-contables palestinos, cuyas tierras fueron ocupadas a la fuerza de las potencias ganadoras
de la segunda guerra mundial en 1947. El holocausto existe para tantas familias enteras
torturadas y arrojadas al mar por el dictador chileno que se ha ido al otro mundo “de rositas”
con el permiso de los mismos tozudos que afirman el Holocausto. ¿Es ra-cional en el siglo XXI
que cada cual y cada país no tengan derecho a creer o no creer lo que les han contado otros
Tanto denuedo, tanta porfía, tanto empecinamiento en afir-mar lo que sea, se vuelve
contra el positivista y es terriblemente contraproducente. Pues a los que ni afirmamos ni
ne-gamos por principio nos hace sospechar que la berro-queña obstinación en defender la
preexistencia del Holocausto, como antaño los afirmacionsitas defendían incluso
crimi-nalmente la existencia de Dios, ni existe Dios ni existió el Holocausto.
Kaosenlared 13 12 2006
http://www.kaosenlared.net/noticia.phpid_noticia=27962
UN ACTO ACADEMICO
Objetivo: Israel
Beatriz M. de Murguía
Hoy lunes y mañana martes se celebra en Teherán una conferencia internacional
dirigida a negar la realidad del Holocausto, la Shoah o el exterminio de los judíos de Europa.
Organizada por la Oficina de Estudios Políticos e Internacionales, dependiente del Ministerio
de Asuntos Exteriores iraní, bajo el encabezado de “Revisión del Holocausto: una visión global”,
se espera que reúna a más de medio centenar de ponentes procedentes de treinta países
distintos, entre ellos lo más granado del negacionismo europeo, como Robert Faurisson o Serge
Thion.
Manuchehr Mohammadi, viceministro de Asuntos Exteriores de Irán para la Enseñanza e
Investigación, asegura que se trata de un acto académico, “científico”, dedicado a analizar los
documentos disponibles que niegan la existencia de las cámaras de gas, es decir, los campos
de exterminio. El gobierno iraní quiere así, eso ha dicho, dar voz a quienes hoy no pueden
hablar en Europa y negar el asesinato de millones de judíos sin arriesgarse a penar un tiempo
en la cárcel. Ahmadineyad, quien hace poco cerró un diario crítico por haberle identificado
con un burro, se ha propuesto ser refugio de esta nueva síntesis ideológica que, al menos en la
vertiente antisemita, reúne al islamismo radical con la extrema derecha y la extrema izquierda
europeas.
La idea es, así lo muestran algunos de los títulos de las conferencias previstas, negar la
existencia del Holocausto para, de ese modo, poner en cuestión la legitimidad del Estado de
Israel y, por lo tanto, crear un nuevo movimiento internacional capaz de defender sin ambages
lo que el presidente iraní ha afirmado desear en repetidas ocasiones: la destrucción de Israel.
Por si alguien, fuera de sus fronteras, piensa mal de las intenciones del gobierno de Irán, el
viceministro Manuchehr Mohammadi ha confirmado que ésta, la revisión del Holocausto, es
sólo la primera de una serie de conferencias que esperan convocar para hablar de otros
genocidios, en África y América o la propia Palestina, que seguramente no negarán. Casi daría
risa la declaración de intenciones del gobierno iraní de transformarse, aunque sólo sea por dos
días (coincidentes por cierto con el Día Internacional de los Derechos Humanos), en una nueva
tierra de libertad, si no fuera por la amenaza que pende sobre Israel, un Estado soberano y
reconocido internacionalmente. El sometimiento de las mujeres, la persecución de los
homosexuales y la represión de toda disidencia política o religiosa, tampoco provocan risa
alguna.
El antisemitismo tiene hoy, como en el pasado, muchas máscaras: la crítica a las
políticas del gobierno de Tel Aviv sin defender a su vez el derecho de Israel a existir es, en mi
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