bandas

- Respetar y fomentar la capacidad de asombro y
descubrimiento del niño.
Lo primero que hicimos fue decorar la clase
acorde al proyecto y que nos transportase al
escenario en el que íbamos a trabajar. Pensamos,
buscamos e inventamos detalles para alcanzar
esa transformación de la clase y que se empezase
ahí a trabajar la creatividad de los alumnos y su
capacidad innata de asombro y de curiosidad. Las
puertas estaban llenas de constelaciones, un gran
Sistema Solar cubría las ventanas y cientos de
estrellas forraban las paredes y armarios.
Todas las sesiones comenzaban con la
proyección del planeta para que nos diera pie a
hablar de sus características y de su situación
respecto al Sol. Los niños ahí verbalizaban todo lo
que iban asimilando en el proyecto “El astronauta”.
Tras esto pasamos a la audición de las diferentes
piezas musicales, dando momentos proclives para
la relajación, la escucha y el silencio y que cada
alumno pudiera captar la esencia de la pieza.
Tras la escucha, se les hizo la siguiente pregunta:
¿En qué te hace pensar? ¿Qué te imaginas
mientras la escuchas? Todos los niños tuvieron
su momento para compartir con el grupo sus
sensaciones. Se les guió y ayudó para conseguir
respuestas que no se quedaran en una sola
palabra, sino que llegaran a ser una idea
completa. Y tras esto se dieron adjetivos a la
música; de esta manera los sentimientos y
emociones que afloran en el hemisferio derecho, a
través del lenguaje, se consiguen conectar con el
hemisferio izquierdo.
La música de Gustav Holts hace un recorrido a
través de música orquestal por varios de nuestros
planetas del Sistema Solar y a lo largo del
trimestre los fuimos descubriendo.
En la primera sesión trabajamos Marte y Venus;
en la segunda Mercurio, Saturno y Júpiter; y en la
tercera Urano y Neptuno. Se les hizo reflexionar
sobre qué planeta faltaba y por qué creían que no
hay música para el planeta Tierra. La creatividad
de las respuestas fue increíble y muy diversa.
1ª Sesión
* Marte (Dios de la Guerra)
La música de Marte tiene mucha fuerza, es intensa
y les hace transportarse a un lugar donde hay
conflictos. Para ello les hacemos convertirse en
Mensajeros de la Paz que van al planeta Marte a
pacificar a los habitantes. Gracias a la expresión
corporal trabajamos diferentes movimientos que
ejercitarán conexiones entre ambos hemisferios
24