12.05.2013 Views

manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net

manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net

manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

-«Usted, Madre, no irá al purgatorio».<br />

-«Así lo espero», me contestó con dulzura.<br />

Y seguro que Dios no <strong>de</strong>fraudó <strong>un</strong>a esperanza tan llena <strong>de</strong> humildad.<br />

Prueba <strong>de</strong> ello son todos los favores que <strong>de</strong> ella hemos recibido...<br />

Todas las hermanas se apresuraron a pedir alg<strong>un</strong>a reliquia, y tú ya sabes,<br />

Madre querida, la que yo tengo la dicha <strong>de</strong> poseer... Durante la agonía <strong>de</strong><br />

la madre Genoveva, vi que <strong>un</strong>a lágrima brillaba en <strong>un</strong>o <strong>de</strong> sus párpados<br />

como <strong>un</strong> diamante. Esa lágrima, la última <strong>de</strong> todas las que <strong>de</strong>rramó, no<br />

llegó a <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse, y vi que seguía brillando en el coro sin que nadie<br />

pensara en recogerla. Entonces, tomando <strong>un</strong> pañito fino, me acerqué por<br />

la noche, sin que nadie me viera, y recogí como reliquia la última lágrima<br />

<strong>de</strong> <strong>un</strong>a santa... Des<strong>de</strong> entonces la he llevado siempre en la [79rº] bolsita<br />

don<strong>de</strong> guardo encerrados mis votos.<br />

No doy importancia a mis sueños. Por otra parte, rara vez tengo sueños<br />

simbólicos, e incluso me preg<strong>un</strong>to cómo es posible que, pensando como<br />

pienso todo el día en Dios, no ocupe él <strong>un</strong> mayor lugar en mis sueños...<br />

Normalmente sueño con bosques, con flores, con arroyos, con el mar; casi<br />

siempre veo preciosos niñitos, o cazo mariposas y pájaros que n<strong>un</strong>ca he<br />

visto. Ya ves, Madre, que si mis sueños tienen <strong>un</strong> aspecto poético, están<br />

muy lejos <strong>de</strong> ser místicos...<br />

Una noche, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> la madre Genoveva, tuve <strong>un</strong>o más<br />

entrañable. Soñé que la Madre estaba haciendo testamento, y que a cada<br />

<strong>un</strong>a <strong>de</strong> las hermanas le <strong>de</strong>jaba algo <strong>de</strong> lo que le había pertenecido.<br />

Cuando me llegó el turno a mí, pensé que no iba a recibir nada, pues ya no<br />

le quedaba nada. Pero, incorporándose, me dijo por tres veces con acento<br />

pe<strong>net</strong>rante: «A ti te <strong>de</strong>jo mi corazón».<br />

------------------------------------------------------------------------<br />

Epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la gripe<br />

Un mes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la partida <strong>de</strong> nuestra santa Madre, se <strong>de</strong>claró la gripe<br />

en la com<strong>un</strong>idad. Sólo otras dos hermanas y yo quedamos en pie. N<strong>un</strong>ca<br />

podré expresar todo lo que vi, y lo que me pareció la vida y todo lo que es<br />

pasajero...<br />

El día en que cumplí 19 años, lo festejamos con <strong>un</strong>a muerte, a la que<br />

pronto siguieron otras dos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!