manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pero rezar yo sola el rosario (me da vergüenza <strong>de</strong>cirlo) me cuesta más que<br />
ponerme <strong>un</strong> instrumento <strong>de</strong> penitencia... ¡Sé que lo rezo tan mal! Por más<br />
que me esfuerzo por meditar los misterios <strong>de</strong>l rosario, no consigo fijar la<br />
atención... Durante mucho tiempo viví <strong>de</strong>sconsolada por esta falta <strong>de</strong><br />
atención, que me extrañaba, pues amo tanto a la Santísima Virgen, que<br />
<strong>de</strong>bería resultarme fácil rezar en su honor <strong>un</strong>as oraciones que tanto le<br />
agradan. Ahora me entristezco ya menos, pues pienso que, como la Reina<br />
<strong>de</strong> los cielos es mi Madre, ve mi buena vol<strong>un</strong>tad y se conforma con ella.<br />
A veces, cuando mi espíritu está tan seco que me es imposible sacar <strong>un</strong><br />
solo pensamiento para <strong>un</strong>irme a Dios, rezo muy <strong>de</strong>spacio <strong>un</strong><br />
«Padrenuestro», y luego la salutación angélica. Entonces, esas oraciones<br />
me encantan y alimentan mi <strong>alma</strong> mucho más que si las rezase<br />
precipitadamente <strong>un</strong> centenar <strong>de</strong> veces...<br />
La Santísima Virgen me <strong>de</strong>muestra que no está disgustada [26rº] conmigo.<br />
N<strong>un</strong>ca <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> protegerme en cuanto la invoco. Si me sobreviene <strong>un</strong>a<br />
inquietud o me encuentro en <strong>un</strong> aprieto, me vuelvo rápidamente hacia ella,<br />
y siempre se hace cargo <strong>de</strong> mis intereses como la más tierna <strong>de</strong> las<br />
madres. ¡Cuántas veces, hablando a las novicias, me ha ocurrido invocarla<br />
y sentir los beneficios <strong>de</strong> su protección maternal...<br />
Con frecuencia me dicen las novicias: «Tú tienes respuesta para todo.<br />
Creía que esta vez iba a ponerte en <strong>un</strong> apuro... ¿De dón<strong>de</strong> sacas lo que<br />
nos dices?» Hay incluso alg<strong>un</strong>as tan cándidas, que creen que leo en sus<br />
<strong>alma</strong>s porque me ha sucedido anticiparme a <strong>de</strong>cirles lo que pensaban.<br />
Una noche, <strong>un</strong>a <strong>de</strong> mis compañeras había <strong>de</strong>cidido ocultarme <strong>un</strong>a pena<br />
que la hacía sufrir mucho. La encuentro por la mañana, me habla con cara<br />
sonriente, y yo, sin contestar a lo que me <strong>de</strong>cía, le digo muy segura: Tú<br />
tienes <strong>un</strong>a pena. Creo que si hubiese hecho caer la l<strong>un</strong>a a sus pies, no me<br />
habría mirado con mayor asombro. Su estupor era tan gran<strong>de</strong>, que se me<br />
contagió también a mí: por <strong>un</strong> instante, se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> mí <strong>un</strong>a especie <strong>de</strong><br />
pavor sobrenatural. Estaba segura <strong>de</strong> no poseer el don <strong>de</strong> leer en las<br />
<strong>alma</strong>s, y por eso me sorprendía más haber dado tan en el clavo. Sentí que<br />
Dios estaba allí muy cerca y que, sin darme cuenta, había dicho, como <strong>un</strong><br />
niño, palabras que no provenían <strong>de</strong> mí sino <strong>de</strong> él.<br />
Madre querida, usted sabe muy bien que a las novicias todo les está<br />
permitido. [26vº] Tienen que po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir lo que piensan con total libertad,<br />
lo bueno y lo malo. Conmigo esto les resulta más fácil, pues a mí no me<br />
<strong>de</strong>ben el respeto que se tiene a <strong>un</strong>a maestra <strong>de</strong> novicias.