manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
manuscritos autobiográficos (historia de un alma) - Catholic.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Muchos son los <strong>de</strong>talles interesantes que podría dar sobre cada ciudad y<br />
sobre las mil peripecias <strong>de</strong> nuestro viaje, pero sería para n<strong>un</strong>ca acabar,<br />
por lo que sólo voy a escribir los <strong>de</strong>talles más importantes.<br />
Respiré al salir <strong>de</strong> Bolonia. Esa ciudad se me había hecho insoportable a<br />
causa <strong>de</strong> los estudiantes que la llenaban y que formaban <strong>un</strong> auténtico<br />
cerco a nuestro alre<strong>de</strong>dor cuando teníamos la <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> salir a pie, y<br />
sobre todo a causa <strong>de</strong> la pequeña aventura que me sucedió con <strong>un</strong>o <strong>de</strong><br />
ellos. Me alegré <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r el camino hacia Loreto.<br />
No me extraña que la Santísima Virgen haya elegido este lugar para<br />
transportar a él su bendita casa. Allí la paz, la alegría y la pobreza reinan<br />
como soberanas. Todo es sencillo y primitivo. Las mujeres han conservado<br />
su vistoso traje italiano y no han adoptado, como en otras ciuda<strong>de</strong>s, la<br />
moda <strong>de</strong> París. En <strong>un</strong>a palabra, ¡Loreto me encantó!<br />
¿Y qué puedo <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la santa casa...? Me emocionó prof<strong>un</strong>damente<br />
encontrarme bajo el mismo techo que la Sagrada Familia, contemplar las<br />
pare<strong>de</strong>s en las que Jesús posó sus ojos divinos, pisar la tierra que José<br />
regó con su sudor y don<strong>de</strong> María llevó en brazos a Jesús <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
haberlo llevado en su seno virginal... Visité la salita don<strong>de</strong> el ángel se<br />
apareció a la Santísima Virgen... Metí mi rosario en la pequeña escudilla<br />
<strong>de</strong>l Niño Jesús... ¡Qué recuerdos tan maravillosos...!<br />
[60rº] Pero nuestra mayor alegría fue recibir al mismo Jesús en su casa y<br />
convertirnos en su templo vivo en el mismo lugar que él honró con su<br />
presencia.<br />
Es costumbre en Italia conservar el Santísimo, en las iglesias, sólo en <strong>un</strong><br />
altar, y solamente allí se pue<strong>de</strong> recibir la sagrada com<strong>un</strong>ión. Este altar se<br />
encuentra en la misma basílica don<strong>de</strong> está la Santa Casa, encerrada como<br />
<strong>un</strong> diamante precioso en <strong>un</strong> estuche <strong>de</strong> mármol blanco. Esto no nos gustó,<br />
pues queríamos recibir la com<strong>un</strong>ión, no en el estuche, sino en el mismo<br />
diamante.<br />
Papá, con su finura habitual, hizo como todo el m<strong>un</strong>do. Pero Celina y yo<br />
fuimos a buscar a <strong>un</strong> sacerdote que nos acompañaba por todas partes, y<br />
que en aquel preciso momento se disponía a celebrar la santa misa, por <strong>un</strong><br />
privilegio especial, en la Santa Casa. Pidió dos hostias pequeñas, que<br />
puso en la patena con la hostia gran<strong>de</strong>. Ya compren<strong>de</strong>rás, Madre querida,<br />
cuál sería nuestra ilusión al recibir las dos j<strong>un</strong>tas la sagrada com<strong>un</strong>ión en<br />
aquella casa bendita... Fue <strong>un</strong>a alegría totalmente celestial que no se<br />
pue<strong>de</strong> expresar en palabras. ¿Qué será entonces cuando recibamos la<br />
com<strong>un</strong>ión en la morada celestial <strong>de</strong>l rey <strong>de</strong> los cielos...? Allí ya no veremos