FUNDAMENTOS DE LOS SEGUROS - Centro AFIN

Procurar un funcionamiento eficaz de los seguros
en instituciones de microfinanciación
Rendimiento general
No resulta posible ofrecer una evaluación rigurosa del régimen de seguro
sobre bueyes de labranza de ADR-TOM, dada la escasez de directivos del
programa disponibles para su entrevista y las enormes deficiencias de los
registros existentes. Pudieron encontrarse registros parciales
correspondientes al período transcurrido de 1981 a 1994, relativos a unos 75
grupos compuestos por 900 miembros en total, es decir, la mayoría de los
participantes en ese plazo. No obstante, la calidad de los registros no era
suficiente para obtener una visión inequívoca de lo que sucedía en cada uno
de los grupos, ni en el régimen en su conjunto.
Con todo, y a pesar de lo limitado de la información, se percibe la imagen de un
sistema caracterizado, aún con todas sus imperfecciones, por una notable
solidez. Quizá lo más impresionante sea el hecho de que sobreviviera durante
un período tan prolongado, únicamente con ciertas “inyecciones” adicionales
de subvenciones, y de que cesara por razones ajenas a su diseño. Las
entrevistas mantenidas con dirigentes y antiguos miembros confirmaron que el
régimen funcionó adecuadamente para numerosos grupos, pero de manera
deficiente para otros. No todos los miembros suscribieron igualmente la ética
mutualista, y muchos procuraron “exprimir” los principios del sistema de
seguro. Los registros ponen de relieve que, en muchos de los grupos, las
aportaciones anuales no fueron realizadas periódicamente por todos los
miembros, aunque no queda claro qué incentivos se aplicaban para fomentar
que los afiliados incumplidores corrigieran su situación.
Uno de los mayores problemas parece radicar en el reducido tamaño de la
mayoría de los grupos para garantizar una mancomunidad del riesgo
adecuada. En torno a un tercio de los 75 grupos de los que se dispone
información contaba con 7 o menos miembros. Los grupos pequeños no
recaudaban lo suficiente en concepto de aportaciones anuales para cubrir el
coste de un buey de sustitución. No resulta sorprendente por tanto que la
longevidad de los grupos fuese muy inferior en el caso de los de menor
tamaño. De los que contaban con 7 o menos integrantes, el número medio de
años de supervivencia ascendió únicamente a 2,8, mientras que, por el
contrario, los que constaban de 8 o más miembros duraron una media de 7,5
años. Un análisis econométrico sencillo muestra que la longevidad era una
función creciente del número de miembros, pero a una tasa decreciente,
quedando el tamaño óptimo medio de un grupo mucho por encima de los 12
miembros.
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Guía técnica para el desarrollo y la provisión de microseguros