Bajar libro en PDF - Ecdótica
Bajar libro en PDF - Ecdótica
Bajar libro en PDF - Ecdótica
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La revalorización de los particularismos nacionales está asociada al romanticismo del siglo<br />
XIX y a ciertas doctrinas conservadoras y hasta irracionalistas. Los románticos afirmaron<br />
que las grandes corri<strong>en</strong>tes homog<strong>en</strong>eizadoras han aplastado la heterog<strong>en</strong>eidad de los<br />
pueblos y el pluralismo civilizatorio, destruy<strong>en</strong>do así el carácter de hogar familiar que<br />
habían t<strong>en</strong>ido previam<strong>en</strong>te las comunidades políticas desaparecidas. De acuerdo a Axel<br />
Honneth, uno de los méritos principales del romanticismo consistió <strong>en</strong> descubrir el valor<br />
ético de la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia cultural de cada individuo y grupo, lo que conformaría un adecuado<br />
polo contrario al frío "racionalismo monista" de la Ilustración clásica 174 .<br />
Los valores universalistas de orig<strong>en</strong> europeo (como la primera Declaración de los<br />
Derechos Humanos de 1789) han abierto paradójica e inesperadam<strong>en</strong>te las compuertas para<br />
toda una serie de derechos grupales, sociales, económicos y nacionales. Los ideales de la<br />
Ilustración y el racionalismo afirmaron radicalm<strong>en</strong>te la autonomía individual, liberando a<br />
cada persona de adscripciones heterónomas, definitivas, atávicas e irracionales, colocado al<br />
individuo y a sus derechos innatos por <strong>en</strong>cima del Estado, la tradición y los colectivos de<br />
todo tipo. Esta es una conquista irr<strong>en</strong>unciable de la humanidad. Hoy <strong>en</strong> día, empero, una<br />
fuerte corri<strong>en</strong>te de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y acción contrapone los derechos humanos de corte<br />
universalista e individualista a las normas culturales, los valores tradicionales y los derechos<br />
colectivos de grupos, comunidades y naciones, porque éstos <strong>en</strong>carnarían lo propio y<br />
auténtico de pueblos que no quier<strong>en</strong> sucumbir al imperialismo cultural de Occid<strong>en</strong>te. Aquí<br />
es imprescindible llamar la at<strong>en</strong>ción sobre la dignidad superior de los derechos del Hombre<br />
como los ha codificado paulatinam<strong>en</strong>te la her<strong>en</strong>cia de la Ilustración; los derechos políticos,<br />
el Estado de Derecho y el pluralismo democrático pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> igualm<strong>en</strong>te a aquel amplio<br />
conjunto de principios éticos universales, cuya validez precede a cualesquiera<br />
particularismos nacionales, por más populares que éstos resultaran ser. El racismo, el<br />
asesinato (por cualquier causa), el canibalismo, el homicidio ritual y toda otra transgresión a<br />
los derechos humanos no pued<strong>en</strong> ser tolerados de ninguna manera.<br />
174 Cf. la notable obra de Axel Honneth, Das Andere der Gerechtigkeit. Aufsätze zur praktische Philosophie<br />
(Lo otro de la justicia. Ensayos sobre filosofía práctica), Frankfurt: Suhrkamp 2000, p. 311.<br />
www.ecdotica.com