gaia, una nueva visión de la vida sobre la tierra - mateando con la ...
gaia, una nueva visión de la vida sobre la tierra - mateando con la ...
gaia, una nueva visión de la vida sobre la tierra - mateando con la ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
J. E. Lovelock GAIA, UNA NUEVA VISIÓN DE LA VIDA SOBRE LA TIERRA<br />
<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r cepas bacterianas fijadoras <strong>de</strong> nitrógeno muy mejoradas<br />
respecto a <strong>la</strong>s existentes. Gracias a el<strong>la</strong>s el nitrógeno <strong>de</strong>l aire podría ser<br />
transferido directamente al suelo sin necesidad <strong>de</strong> recurrir para ello a <strong>una</strong><br />
industria química compleja ni <strong>de</strong> alterar el equilibrio edáfico natural.<br />
El doctor Avid ha <strong>con</strong>sumido gran número <strong>de</strong> años estudiando<br />
pacientemente por qué cepas muy prometedoras que hacían maravil<strong>la</strong>s en<br />
el <strong>la</strong>boratorio fracasaban al ser transferidas a los campos <strong>de</strong> prueba<br />
tropicales, sin que ello <strong>de</strong>sanimara al científico. Un día, escuchando<br />
casualmente los comentarios <strong>de</strong> un técnico agríco<strong>la</strong> <strong>sobre</strong> un tipo <strong>de</strong> maíz<br />
<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>do en España <strong>de</strong> magníficos resultados en suelos pobres en<br />
fosfato, tuvo <strong>la</strong> corazonada <strong>de</strong> que el maíz, sin ayuda, difícilmente podría<br />
darse bien en un suelo <strong>de</strong> ese tipo: ¿Era posible que hubiera adquirido <strong>una</strong><br />
bacteria <strong>de</strong> algún modo captadora <strong>de</strong> fosfato —como <strong>la</strong> que vive en <strong>la</strong>s<br />
raíces <strong>de</strong>l trébol y fija el nitrógeno <strong>de</strong>l aire— en su beneficio? Avid, al que<br />
pronto correspondían unos días <strong>de</strong> vacaciones, <strong>de</strong>cidió pasarlos en España,<br />
lo más cerca posible <strong>de</strong>l centro agríco<strong>la</strong> don<strong>de</strong> se realizaba el trabajo <strong>sobre</strong><br />
el maíz, y notificó su llegada a los colegas españoles para discutir juntos el<br />
problema. Así lo hizo y, <strong>de</strong> vuelta a su <strong>la</strong>boratorio tras el intercambio <strong>de</strong><br />
opiniones y muestras, inició inmediatamente el cultivo <strong>de</strong> éstas,<br />
obteniendo <strong>de</strong>l maíz español un microorganismo móvil <strong>con</strong> <strong>una</strong> capacidad<br />
para captar fosfato <strong>de</strong>l suelo superior a todo lo que había visto hasta<br />
entonces. No fue difícil para un científico <strong>de</strong> su competencia <strong>con</strong>seguir <strong>la</strong><br />
adaptación <strong>de</strong> esta <strong>nueva</strong> bacteria a fin <strong>de</strong> que pudiera vivir cómodamente<br />
en diferentes cultivos, en los arroceros especialmente, <strong>la</strong> más importante<br />
fuente <strong>de</strong> alimento <strong>de</strong> <strong>la</strong>s áreas tropicales. Las primeras pruebas <strong>de</strong><br />
cereales tratados <strong>con</strong> Phosphomonas avidii realizadas en el centro<br />
experimental inglés tuvieron un éxito sorpren<strong>de</strong>nte, registrándose<br />
incrementos substanciales en el rendimiento <strong>de</strong> todos sin que se observara<br />
<strong>la</strong> aparición <strong>de</strong> efecto adverso alguno.<br />
Llegó el momento <strong>de</strong> efectuar <strong>la</strong> prueba tropical en <strong>la</strong> estación<br />
experimental <strong>de</strong> campo <strong>de</strong> Quens<strong>la</strong>nd <strong>de</strong>l Norte: un pequeño arrozal<br />
fue regado sin más ceremonia <strong>con</strong> <strong>la</strong> dilución <strong>de</strong> un cultivo <strong>de</strong> P. avidii. La<br />
bacteria, ignorando su anterior matrimonio <strong>con</strong> el cereal, se unió aquí,<br />
adúltera pero fervorosamente, <strong>con</strong> <strong>una</strong> recia y autosuficiente alga<br />
ver<strong>de</strong>azul que crecía <strong>sobre</strong> <strong>la</strong> superficie acuática <strong>de</strong>l arrozal. En el cálido<br />
entorno tropical que ponía a su alcance todo cuanto requería un<br />
crecimiento explosivo, sus cantida<strong>de</strong>s se duplicaban cada veinte minutos,<br />
sin que los pequeños organismos <strong>de</strong>predadores normalmente encargados<br />
<strong>de</strong> poner coto a un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esta índole pudieran hacer nada por<br />
impedirlo. Era tal <strong>la</strong> avi<strong>de</strong>z por el fósforo <strong>de</strong> <strong>la</strong> combinación alga-bacteria<br />
que el crecimiento <strong>de</strong> cualquier otra cosa era completamente imposible.<br />
A <strong>la</strong>s pocas horas, todo el arrozal y los circundantes aparecían cubiertos<br />
<strong>de</strong> <strong>una</strong> substancia iridiscente, verdosa, que los asemejaba a pútridos<br />
estanques <strong>de</strong> patos. Algo había salido muy mal. Se dio <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> a<strong>la</strong>rma y<br />
los científicos pronto <strong>de</strong>scubrieron <strong>la</strong> asociación entre <strong>la</strong> P. avidii y el<br />
alga: viendo lo que podía suce<strong>de</strong>r si no actuaban <strong>con</strong> toda prontitud,<br />
tomaron <strong>la</strong>s medidas necesarias para que el arrozal y <strong>la</strong>s vías <strong>de</strong> agua<br />
afluentes fueran tratadas <strong>con</strong> un biocida a fin <strong>de</strong> acabar <strong>con</strong> <strong>la</strong> invasora<br />
pareja. Aquel<strong>la</strong> noche, el doctor Avid y sus colegas se acostaron tar<strong>de</strong>,<br />
39