Descargar libro - Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
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por Basilio Rasco a José Luis Armenteros. Siempre fue el centro <strong>de</strong>l<br />
lugar: «En otros tiempos Bamboché comía torete. Se lo daban <strong>de</strong>bajo<br />
<strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> mata <strong>de</strong> tamarindo», recuerda Luis, mientras seña<strong>la</strong> hacia<br />
un rincón <strong>de</strong>l patio.<br />
En el cuarto <strong>de</strong> los secretos, Bamboché convive junto a los santos<br />
<strong>de</strong> los fundadores. Allí <strong>de</strong>cidió permanecer el Yemayá <strong>de</strong> Luis Chis, el<br />
Obatalá <strong>de</strong> El Guajiro, más otros que no quisieron irse: Oddúa, Yewá,<br />
Ibromú, Orichaoko, San Lázaro…<br />
Afuera, en el patio, hay una cazue<strong>la</strong> <strong>de</strong> palo: «Alfredo Calvo, <strong>de</strong><br />
Matanzas, es el único testigo que queda <strong>de</strong> esta prenda», nos comentan.<br />
«Alfredo Calvo se crió en casa <strong>de</strong> Ferminita Gómez y como Luis Chis<br />
hizo santo allá», pues entonces los vínculos se estrecharon. En esta casa<br />
no se <strong>de</strong>dican al palo ni al espiritismo a causa <strong>de</strong> Changó: «Él y el muerto<br />
son como el diablo y <strong>la</strong> cruz», nos dice Luis. Changó es rey y señor <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> morada y como tal «cuando hay un muerto en <strong>la</strong> casa, que se muere<br />
un familiar, que haya que ve<strong>la</strong>rlo aquí, hay que atajar a Changó, cerrar<br />
<strong>la</strong> puerta y cubrirlo con hojas <strong>de</strong> á<strong>la</strong>mo porque si no se va… Á<strong>la</strong>mo 139<br />
pa’ aguantarlo, pa’ sujetarlo…», agrega.<br />
En sus inicios <strong>la</strong> sociedad comenzó con sus fundamentos y una<br />
Santa Bárbara pequeña, sencil<strong>la</strong>, que hoy se conserva en el cuarto <strong>de</strong><br />
los santos. Durante muchos años se adoró esa imagen. Más tar<strong>de</strong>, en<br />
<strong>la</strong> década <strong>de</strong>l ’50, llegó una Santa Bárbara españo<strong>la</strong>, <strong>de</strong> Gerona. El<br />
cabildo fue frecuentado por políticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus comienzos. El mismo<br />
Armenteros estaba en política. También concurría «gente <strong>de</strong> posición»<br />
como profesionales y comerciantes prósperos: «Esta casa siempre tuvo<br />
esa suerte, <strong>de</strong> venir mucha gente, muchos médicos, todo eso… Los<br />
médicos <strong>de</strong> aquí, políticos y todo, se reunían aquí. Esta casa era muy<br />
nombrada…», nos <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>n. En efecto, el doctor Cajiga (médico <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
ciudad), Julio Leiseca (político), el alcal<strong>de</strong>, entre otros, se rendían al<br />
lugar con frecuencia. La memoria recoge que en un viaje a La Habana<br />
Luis Chis conoció a un periodista l<strong>la</strong>mado Gil Carballo que lo puso en<br />
re<strong>la</strong>ción con Marta Fernán<strong>de</strong>z Miranda, esposa <strong>de</strong> Fulgencio Batista,<br />
en ese entonces presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> nación. La mujer fue invitada a conocer<br />
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Lydia Cabrera seña<strong>la</strong> que el á<strong>la</strong>mo es una mata <strong>de</strong> Changó y se utiliza para<br />
calmarlo. Es al pie <strong>de</strong> este árbol don<strong>de</strong> el santo prefiere comer; a<strong>de</strong>más, el<br />
carnero que se le ofrenda comerá antes <strong>de</strong> sus hojas. Si <strong>la</strong>s acepta, es una<br />
señal positiva y será inmo<strong>la</strong>do el animal. (1996: 298)<br />
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09/10/2003, 08:52:23 p.m.