11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

120escribi<strong>en</strong>do sobre <strong>el</strong>los <strong>el</strong> nombre de mi Dios, y <strong>el</strong> de la Nueva Jerusalén, y de Cristo, <strong>para</strong> indicar laid<strong>en</strong>tificación con Dios, la posesión divina, la ciudadanía espiritual, y una reflexión sobre <strong>el</strong> carácter deCristo.Ahora bi<strong>en</strong>; bajemos a nuestra realidad cotidiana, porque esta explicación que acabas de leer esmuy bonita y hasta romántica, pero imposible de coordinar con lo visible y práctico. ¿Adonde estará esacolumna? ¿En <strong>el</strong> templo de que credo, de que r<strong>el</strong>igión, de que d<strong>en</strong>ominación? En ninguno. Dios jamáshabló ni hablará de templos hechos por mano de hombre. Es <strong>el</strong> hombre <strong>el</strong> que les ha <strong>el</strong>evado suimportancia.Es exactam<strong>en</strong>te como lo ha definido un autor que realizó un trabajo que publico <strong>en</strong> mi <strong>Web</strong>: “loshombres no se sintieron satisfechos adorando a Dios, sino que <strong>para</strong> mejorar esa adoración, crearonUNA COSA que luego llamaron “la iglesia”. Terminaron adorando a LA COSA.Solam<strong>en</strong>te de ese modo se puede <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que, esa columna, que simboliza a algui<strong>en</strong> plantadomuy firmem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la doctrina d<strong>el</strong> Señor y de su evang<strong>el</strong>io, nunca más saldrá de allí. Ese nunca másti<strong>en</strong>e connotación de eternidad, y la eternidad sólo se compatibiliza con algo que está mucho más allá d<strong>el</strong>a posibilidad humana. Es una columna simbólica <strong>en</strong> un templo simbólico. Pero <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de: ES, eso no seduda.Y dice que escribirá ¿Qué cosa? Entre otras, <strong>el</strong> nombre de la Nueva Jerusalén. ¿Y que cosa es,hoy, la Nueva Jerusalén? <strong>La</strong> iglesia real, la g<strong>en</strong>uina. ¿Y de donde dice que está desc<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do? Aquí esdonde muchos se confund<strong>en</strong> <strong>en</strong> la gramática y respond<strong>en</strong>: ¡Pues d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o de Dios! ¿De donde, sino,desc<strong>en</strong>dería? Y todos se quedan mirando hacia arriba esperando verla.Vu<strong>el</strong>ve a mirar <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o porque de otro modo te darás <strong>el</strong> gran porrazo, que <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina se le diceal acto de darse un golpe contra <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o. Y <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de bi<strong>en</strong> lo que has leído t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lascomas, que <strong>para</strong> algo están allí. No son insectos pequeños as<strong>en</strong>tados junto a las letras, son signos quehay que pronunciar e incorporar.Si lees bi<strong>en</strong>, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derás que no dice que la Nueva Jerusalén desci<strong>en</strong>de d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o de Dios, sinoque lo hace d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o, (coma) de Dios. Y no es lo mismo. Está dici<strong>en</strong>do que la iglesia g<strong>en</strong>uina está <strong>en</strong> unámbito espiritual <strong>para</strong>l<strong>el</strong>o a la exist<strong>en</strong>cia de Dios mismo, cosa que no hace <strong>en</strong> modo alguno la iglesianominal y estructural que conocemos como tal.Y concluye dici<strong>en</strong>do que ti<strong>en</strong>e un nombre nuevo. ¿Sabes que? Toda mi vida me ha intrigadomucho esto de los cambios de nombres d<strong>en</strong>tro de la historia bíblica. Es como un patrón que Dios ti<strong>en</strong>e<strong>para</strong> con qui<strong>en</strong>es son sus reales servidores: cambiarles <strong>el</strong> nombre.Motivos, no los conozco. Pero no sería muy extraño que los nombres nos ataran mucho más d<strong>el</strong>o que suponemos y Dios nos desate dándonos uno nuevo con <strong>el</strong> cual funcionamos <strong>en</strong> su ámbito. Aquíes donde, seguram<strong>en</strong>te, tu curiosidad y la mía se estrechan la mano y se preguntan casi a dúo: ¿Quénombre me habrá dado <strong>el</strong> Señor? No lo sabemos, pero si nos ha dado uno nuevo, es porque formamosparte de su familia. Y créeme que con eso, ya t<strong>en</strong>emos más que sufici<strong>en</strong>te como <strong>para</strong> estar cont<strong>en</strong>tos.(13) El que ti<strong>en</strong>e oído, oiga lo que <strong>el</strong> Espíritu dice a las iglesias.El que ti<strong>en</strong>e oído. ¿Cómo que <strong>el</strong> que ti<strong>en</strong>e oído? ¿No ti<strong>en</strong><strong>en</strong> oído todos los seres humanos d<strong>el</strong>mundo? Claro, pero no está refiriéndose al órgano auditivo físico, sino a un oído espiritualm<strong>en</strong>tepre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> oír su voz, que no su<strong>en</strong>a d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> ámbito natural sino <strong>en</strong> <strong>el</strong> divino.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!