Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
235Roboam hace alusión, quizá, a una p<strong>en</strong>a mucho más severa ya aplicada antes de su tiempo.Antíoco Epifanes empleó <strong>en</strong> vano este suplicio <strong>para</strong> obligar a los judíos a comer carne de cerdo, pero<strong>el</strong>los se resistieron, prefiri<strong>en</strong>do morir bajo los azotes antes que violar la Ley de Moisés.El Nuevo Testam<strong>en</strong>to designa de varios modos la acción de azotar. El doctor de la ley estaba,seguram<strong>en</strong>te, autorizado <strong>para</strong> mandar azotar inmediatam<strong>en</strong>te a un transgresor de la ley. Éste es, acaso,<strong>el</strong> motivo de por qué nadie opuso resist<strong>en</strong>cia a la actuación de Jesús <strong>en</strong> <strong>el</strong> Templo, aunque su acción noera un azote propiam<strong>en</strong>te dicho.Un tratado d<strong>el</strong> Talmud da expresas instrucciones sobre los azotes <strong>en</strong> la sinagoga; también d<strong>el</strong>Nuevo Testam<strong>en</strong>to deducimos que esta p<strong>en</strong>a fue a m<strong>en</strong>udo ejecutada <strong>en</strong> la sinagoga. Al parecer, losazotes judíos con varas sólo poco a poco fueron sustituidos por los azotes romanos, distinción <strong>en</strong>tre lostreinta y nueve golpes recibidos cinco veces de los judíos y las tres veces que Pablo fue azotado.<strong>La</strong> práctica posterior judía fue evolucionando de forma que la flag<strong>el</strong>ación constaba de trescorreas y así cada golpe valía por tres y podía limitarse a trece golpes. <strong>La</strong> “Mishna” habla de treinta ynueve golpes, trece sobre <strong>el</strong> pecho desnudo y trece <strong>en</strong> cada lado de la espalda.Los azotes romanos se empleaban: (a) como corrección de esclavos reb<strong>el</strong>des y como p<strong>en</strong>a porfaltas graves cometidas <strong>en</strong> <strong>el</strong> servicio militar; (b) como torm<strong>en</strong>to <strong>para</strong> arrancar la confesión de unacusado; (c) como pr<strong>el</strong>udio <strong>para</strong> la crucifixión.Según una ley romana llamada “Lex Portia”, los dos primeros tipos de azotes no podían aplicarsea ciudadanos romanos; Cuando era cond<strong>en</strong>ado a la crucifixión, antes debía ser azotado con correas ocuerdas, provistas a veces con nudos o bolas de metal, y constituía un castigo totalm<strong>en</strong>te inhumano quecon frecu<strong>en</strong>cia acarreaba la muerte d<strong>el</strong> reo. Esos azotes, o flag<strong>el</strong>ación, se ejecutaron <strong>en</strong> Jesucristo,probablem<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro d<strong>el</strong> pretorio.Jesús produjo <strong>el</strong> gran desparramo de corruptos y corrupciones <strong>en</strong> <strong>el</strong> ingreso d<strong>el</strong> templo yconcluyó su episodio dici<strong>en</strong>do algo que estaría destinado a inscribirse, - todavía hoy -, <strong>en</strong> las grandesmarquesinas de los “exitosos” templos evangélicos de las grandes ciudades: No hagáis de la casa demi Padre, casa de mercado.¿Qué incluye esa expresión? En algunos lugares, cuando algui<strong>en</strong> apareció m<strong>en</strong>cionando estetexto, cerraron los pequeños quioscos y v<strong>en</strong>ta de <strong>libro</strong>s y CD o DVD de audio y videos cristianos queoperaban <strong>en</strong> los ingresos de los templos. Pero, pregunto: ¿Se refería a eso, solam<strong>en</strong>te, Jesús?(17) Entonces se acordaron sus discípulos (Aquí hay un recuerdo) que está escrito: El c<strong>el</strong>ode tu casa me consume.En realidad, <strong>el</strong> Salmo 69:9, que es de donde se ha sacado esta palabra m<strong>en</strong>cionada, expresaliteralm<strong>en</strong>te que: …Porque me consumió <strong>el</strong> c<strong>el</strong>o de tu casa; y los d<strong>en</strong>uestos de los que tevituperaban cayeron sobre mí.Recuerda que este acontecimi<strong>en</strong>to que la Biblia r<strong>el</strong>ata, tuvo lugar <strong>en</strong> <strong>el</strong> sitio más sagrado quet<strong>en</strong>ía Isra<strong>el</strong> y <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to más solemne d<strong>el</strong> año, cuando los peregrinos se agolpaban <strong>en</strong> Jerusalén<strong>para</strong> c<strong>el</strong>ebrar las fiestas.Los evang<strong>el</strong>ios sinópticos incluy<strong>en</strong> un segundo r<strong>el</strong>ato sobre la limpieza d<strong>el</strong> templo al finalizar <strong>el</strong>ministerio de Jesús. De allí que, interpretado a la luz d<strong>el</strong> salmo que hemos com<strong>en</strong>tado, <strong>el</strong> incid<strong>en</strong>terefuerza la convicción de los discípulos que Jesús realm<strong>en</strong>te era <strong>el</strong> Mesías.