11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

198En este caso sí que es real aqu<strong>el</strong>lo de “soldado que huye sirve <strong>para</strong> otra guerra”. Porque, <strong>en</strong> todocaso, no es una huida, sino una retirada estratégica”, una forma más de combatir, un <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to más d<strong>el</strong>a estrategia militar. Si lee esto algui<strong>en</strong> que está o estuvo <strong>en</strong> Fuerzas Armadas, sabe que no mi<strong>en</strong>to.(24) El discípulo no es más que su maestro, ni <strong>el</strong> siervo más que su señor.Este verso, si quieres, puedes imprimirlo, buscarle una letra bi<strong>en</strong> coqueta, hacer varias copias <strong>en</strong>vivos colores y regalárs<strong>el</strong>o a todos los hermanos que conozcas, <strong>para</strong> que lo pegu<strong>en</strong> <strong>en</strong> la puerta d<strong>el</strong>refrigerador, la nevera o como quiera que se llame allí, lo que aquí <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina es <strong>La</strong> H<strong>el</strong>adera.Porque hay mucha g<strong>en</strong>te que ministra conv<strong>en</strong>cida que es más que Dios, y que Dios mismo let<strong>en</strong>drá que pedir permiso <strong>para</strong> moverse <strong>en</strong> su área de control. O que Dios t<strong>en</strong>drá que sanar a ese<strong>en</strong>fermo porque él se lo ha pedido y no podrá negarse.Calma, muchachos. No hay uno, siquiera, de nosotros, por mejores que seamos, por ungidosque estemos, por prestigio alto que t<strong>en</strong>gamos y etc.etc.etc., que signifique algo más alto que <strong>el</strong> Señor. Ysi a Él lo persiguieron, tú no te alegres de que te estén dejando tranquilo, porque eso quizás no sea lamejor señal d<strong>el</strong> “éxito” de tu ministerio.En algunas ocasiones me ha tocado estar asisti<strong>en</strong>do a campañas realizadas al aire libre. Con lapremisa de la evang<strong>el</strong>ización masiva, su<strong>el</strong>e hacerse mucho énfasis <strong>en</strong> <strong>el</strong> mayor “llamador” que estascampañas pose<strong>en</strong>: la sanidad física.Te ad<strong>el</strong>anto: creo <strong>en</strong> la sanidad física milagrosa. Es más: he sido testigo de varias y, algunas,verdaderam<strong>en</strong>te impactantes por lo prodigiosas. Pero de allí a estar vi<strong>en</strong>do y oy<strong>en</strong>do a un <strong>en</strong>ergúm<strong>en</strong>ovociferar <strong>en</strong> un esc<strong>en</strong>ario “¡Sana Dios, sana Dios, sana Dios!” una, diez, mil veces, me hace p<strong>en</strong>sar queese <strong>en</strong>ergúm<strong>en</strong>o cree <strong>en</strong> su intimidad que Dios le obedecerá a él, aunque evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, él no estéobedeci<strong>en</strong>do a Dios.(25) Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre defamilia llamaron B<strong>el</strong>zebú, ¿Cuánto más a los de su casa?Este es un versículo que muy pocas veces he oído que algui<strong>en</strong> lo lea desde un púlpito. Porqu<strong>en</strong>o preanuncia una vida de placeres, alegrías, hermosas s<strong>en</strong>saciones y f<strong>el</strong>icidad suma, sino una formamás de esa persecución que tanto evadimos y que tanto deseamos evitar.Porque t<strong>en</strong>emos bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> claro que a Jesús no se le pres<strong>en</strong>tó un panorama color de rosa. Ytambién sabemos que nosotros, auto d<strong>en</strong>ominados “cristianos”, lo somos por ser sus seguidores eimitadores. Pero no queremos saber nada con persecuciones, sufrimi<strong>en</strong>tos o algo que nos incomode.Pero <strong>el</strong> caso es que ese versículo, allí está. Y no sólo deberemos leerlo conjuntam<strong>en</strong>te con todoslos otros textos al<strong>en</strong>tadores, sino que además deberemos tomar debida nota de lo que dice. Y lo quedice es que si al Señor lo llamaron B<strong>el</strong>zebú, que m<strong>en</strong>os a nosotros.Muy bi<strong>en</strong>: ¿Y qui<strong>en</strong> era B<strong>el</strong>zebú? Hay muy poco al respecto. Muy escuetam<strong>en</strong>te se nos dice queeste es <strong>el</strong> nombre que <strong>en</strong> varios pasajes d<strong>el</strong> Nuevo Testam<strong>en</strong>to, se le daba al príncipe de los demonios.Sin embargo, ahondando un poco, nos <strong>en</strong>contramos con que se trataba d<strong>el</strong> dios filisteo de las moscas,al que <strong>el</strong> pueblo judío empezó a utilizar <strong>para</strong> referirse al diablo.Ellos llegaron a decir que Jesús sanaba a los <strong>en</strong>fermos a partir d<strong>el</strong> poder de este dios pagano. Ycuando digo “<strong>el</strong>los”, no estoy hablando de los incrédulos, impíos, pecadores y perdidos que nadaban <strong>en</strong>medio de sus orgías y borracheras; estoy hablando de la iglesia.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!