Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
192Había también un m<strong>en</strong>digo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aqu<strong>el</strong>, ll<strong>en</strong>ode llagas, (21) y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa d<strong>el</strong> rico; y aún los perrosv<strong>en</strong>ían y le lamían las llagas.Esta historia, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>cionada como parábola, es una narración de Jesús registrada <strong>en</strong>este evang<strong>el</strong>io, y es <strong>en</strong> realidad una historia seguram<strong>en</strong>te acontecida <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo real. No queda <strong>en</strong> unmarco inconcreto, sino que se da <strong>el</strong> nombre propio de uno de los personajes.El perdido queda <strong>en</strong> <strong>el</strong> anonimato, quizás indicando <strong>el</strong> absoluto olvido, la aus<strong>en</strong>cia de posteridad<strong>para</strong> los que sufr<strong>en</strong> la terrible suerte de la cond<strong>en</strong>ación eterna. Lázaro estaba a la puerta d<strong>el</strong> rico,esperando poder alim<strong>en</strong>tarse de sus sobras; los perros lamían las úlceras d<strong>el</strong> m<strong>en</strong>digo.(22) Aconteció que murió <strong>el</strong> m<strong>en</strong>digo, y fue llevado por los áng<strong>el</strong>es al s<strong>en</strong>o de Abraham; ymurió también <strong>el</strong> rico, y fue sepultado.Observa que la Biblia rev<strong>el</strong>a la pres<strong>en</strong>cia de áng<strong>el</strong>es <strong>en</strong> <strong>el</strong> futuro de todos los crey<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> lamuerte o <strong>en</strong> la Segunda V<strong>en</strong>ida de Cristo. Si morimos, nuestra transición <strong>en</strong>tre esta vida y la v<strong>en</strong>idera noserá una experi<strong>en</strong>cia solitaria y espantosa.Más bi<strong>en</strong>, los áng<strong>el</strong>es nos acompañarán hacia <strong>el</strong> gozo eterno, tal como llevaron <strong>el</strong> espíritu deLázaro al lugar de descanso señalado <strong>para</strong> él por Dios. Para nosotros, será la pres<strong>en</strong>cia de Jesús. Sinembargo, si Cristo regresa antes de que muramos, <strong>en</strong> la Segunda V<strong>en</strong>ida, los áng<strong>el</strong>es nos congregaráncon Cristo, desde <strong>el</strong> extremo de la tierra hasta <strong>el</strong> extremo d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o.(23) Y <strong>en</strong> <strong>el</strong> Hades alzó sus ojos, estando <strong>en</strong> torm<strong>en</strong>tos, y vio de lejos a Abraham, y aLázaro <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o. (No sé como quieras interpretarlo tú, pero lo que aquí se dice, es que desde <strong>el</strong> s<strong>en</strong>ode Abraham, se alcanza a ver <strong>el</strong> lugar d<strong>el</strong> torm<strong>en</strong>to y viceversa. ¿Hemos apr<strong>en</strong>dido eso?)(24) Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, t<strong>en</strong> misericordia de mí, y <strong>en</strong>vía aLázaro <strong>para</strong> que moje la punta de su dedo <strong>en</strong> agua, y refresque mi l<strong>en</strong>gua; porque estoyatorm<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> esta llama.(25) Pero Abraham le dijo: hijo, acuérdate que recibiste tus bi<strong>en</strong>es <strong>en</strong> tu vida, y Lázarotambién males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atorm<strong>en</strong>tado.(26) además de todo esto, una gran sima está puesta <strong>en</strong>tre nosotros y vosotros, de maneraque los que quisier<strong>en</strong> pasar de aquí a vosotros, no pued<strong>en</strong>, ni de allá pasar acá. (Aquí queda claro<strong>el</strong> punto. Apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te podrían llegar a verse <strong>en</strong>tre sí, pero no a conectarse <strong>en</strong> ninguna manera. Estáescrito.)(27) Entonces le dijo: te ruego, pues, padre, que le <strong>en</strong>víes a la casa de mi padre, (28)porque t<strong>en</strong>go cinco hermanos, <strong>para</strong> que les testifique, a fin de que no v<strong>en</strong>gan <strong>el</strong>los también aeste lugar de torm<strong>en</strong>to.(29) Y Abraham le dijo: a Moisés y a los profetas ti<strong>en</strong><strong>en</strong>; óiganlos.(30) Él <strong>en</strong>tonces dijo: no, padre Abraham; pero si alguno fuere a <strong>el</strong>los de <strong>en</strong>tre losmuertos, se arrep<strong>en</strong>tirán.(31) Mas Abraham le dijo: su no oy<strong>en</strong> a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadiránaunque alguno se levantare de los muertos.