11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

226(7) Y como insistieran <strong>en</strong> preguntarle, se <strong>en</strong>derezó y les dijo: <strong>el</strong> que de vosotros esté sinpecado sea <strong>el</strong> primero <strong>en</strong> arrojar la piedra contra <strong>el</strong>la.<strong>La</strong> piedra, <strong>en</strong> este caso, es <strong>el</strong> juicio, la s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>cia, la decisión de cond<strong>en</strong>ar a algui<strong>en</strong> por algo.Somos hijos de Dios y t<strong>en</strong>emos de Su propia capacidad <strong>para</strong> juzgarlo todo. Pero siempre t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>ta esto que aquí has leído: sólo si estás libre de pecado puedes s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ciar con v<strong>el</strong>ocidad a otropecador.(8) E inclinándose de nuevo hacia <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o, siguió escribi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> tierra. (Hay algunos quehe oído <strong>en</strong>señar, no sé con que bases, pero los respeto, que lo que Jesús escribía <strong>en</strong> <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o eran lospecados de cada uno de los allí pres<strong>en</strong>tes, con su nombre).(9) Pero <strong>el</strong>los, al oír esto, acusados por su conci<strong>en</strong>cia, salían uno a uno, com<strong>en</strong>zandodesde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba <strong>en</strong> medio.(¿Qué significa que primero se hayan retirado los más ancianos? Que fueron los primeros <strong>en</strong> tomarconci<strong>en</strong>cia de sus propios pecados y que por razones de edad, contaban con m<strong>en</strong>os orgullos yvanidades que los más jóv<strong>en</strong>es).(10) Enderezándose Jesús, y no vi<strong>en</strong>do a nadie sino a la mujer, le dijo: mujer, ¿Adondeestán los que te acusaban? ¿Ninguno te cond<strong>en</strong>ó?más.(11) Ella dijo: ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: ni yo te cond<strong>en</strong>o, vete y no pequesYa sabemos porque así ha sido declarado, que Jesús fue t<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> todas las cosas <strong>en</strong> las quepuede ser t<strong>en</strong>tado un hombre, pero que no cedió a ninguna de esas t<strong>en</strong>taciones y, por consecu<strong>en</strong>cia,fue sin pecado. Sin embargo, aquí parecería haberse comportado como un pecador consci<strong>en</strong>te de suculpa, al no cond<strong>en</strong>ar Él a esa mujer <strong>en</strong> pecado.Es notorio que la actitud de Jesús pasa por otro costado de las cosas. Él no perdonó suspecados a la mujer, Él no la cond<strong>en</strong>ó porque vislumbró la posibilidad de que <strong>el</strong>la se arrepintiera y fuerarestaurada. Si eso sucedió o no, es algo que no quedó registrado.Pero la misericordia d<strong>el</strong> Señor <strong>en</strong> un episodio tan crítico, es más que notoria y sirve <strong>para</strong> quetodos tomemos ese mod<strong>el</strong>o y no <strong>el</strong> de los implacables justicieros que, g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, disimulan acorruptos más pecadores que los juzgados. Mira como concluye Él este ev<strong>en</strong>to.(12) Otra vez Jesús les habló, dici<strong>en</strong>do: yo soy la luz d<strong>el</strong> mundo; <strong>el</strong> que me sigue, noandará <strong>en</strong> tinieblas, sino que t<strong>en</strong>drá la luz de la vida.¿Se refiere, acaso, a una luz física? Aqu<strong>el</strong>los que han vivido o han sido testigos de experi<strong>en</strong>cias<strong>en</strong> los umbrales de la muerte, sab<strong>en</strong> muy bi<strong>en</strong> que son muchos los que hablan d<strong>el</strong> famoso tún<strong>el</strong> y la luzbrillante y <strong>en</strong>ceguecedora <strong>en</strong> <strong>el</strong> final, así que no la excluye.Pero creo fi<strong>el</strong>m<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> este texto, Jesús habla de una luz que ti<strong>en</strong>e que ver con larev<strong>el</strong>ación. Es imposible detectar las cosas de Dios si no se ti<strong>en</strong>e una rev<strong>el</strong>ación clara, una luz que nospermita ver d<strong>en</strong>tro de la oscuridad d<strong>el</strong> misterio escondido.<strong>La</strong> liturgia int<strong>el</strong>ectual ha descartado de plano todo eso, porque lo considera demasiado fantasiosoe imposible de ser comprobado. Sin embargo, eso se empari<strong>en</strong>ta más con la imposibilidad de controlarloque con la factibilidad de su inexist<strong>en</strong>cia.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!