Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
33Si Dios guardara <strong>el</strong> recuerdo de las iniquidades, nadie podría mant<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> pie; pero <strong>en</strong> Él se<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra perdón, misericordia y red<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> abundancia. Y <strong>el</strong> crey<strong>en</strong>te clama: Sea tu misericordia,oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos <strong>en</strong> ti.<strong>La</strong> gracia vino por Jesucristo, <strong>en</strong> tanto que la Ley fue dada por Moisés. El Antiguo Testam<strong>en</strong>to nopodía más que prometer o anticipar aqu<strong>el</strong>lo que la manifestación vivi<strong>en</strong>te y visible de la gracia de Dios<strong>en</strong> Jesucristo iba a hacer real y definitivo.Es <strong>en</strong> la Cruz que resplandece la gracia salvadora. <strong>La</strong> v<strong>en</strong>ida d<strong>el</strong> Señor a la tierra no erasufici<strong>en</strong>te. <strong>La</strong> gracia no es un mero efecto de la misericordia de un Dios dispuesto por su bondad aotorgar un perdón pl<strong>en</strong>o.Su santidad y justicia absolutas t<strong>en</strong>ían que ser satisfechas al mismo tiempo que su amor: <strong>para</strong>esto fue preciso <strong>el</strong> sacrificio expiatorio d<strong>el</strong> Calvario. <strong>La</strong> gracia sólo puede ser recibida por la fe. Estaes la gran doctrina de la salvación por la sola fe, sin obras ni méritos personales <strong>para</strong> alcanzarla, y qu<strong>el</strong>os Reformadores tan claram<strong>en</strong>te sacaron a la luz.Es también indisp<strong>en</strong>sable aceptarlo humildem<strong>en</strong>te por la fe, por cuanto Dios resiste a lossoberbios, y da gracias a los humildes. Los efectos de la gracia <strong>en</strong> nosotros son maravillosos ycompletos, hasta <strong>el</strong> punto que se puede decir de la gracia que es <strong>el</strong> mismo Señor actuando <strong>para</strong> nuestrasalvación.Dios rodea al justo de su favor como con un escudo. Los que recib<strong>en</strong> la abundancia de la graciay d<strong>el</strong> don de la justicia reinarán <strong>en</strong> vida por Jesucristo. Esta gracia o favor dura toda la vida. Talesb<strong>en</strong>eficios son tan numerosos que <strong>el</strong> crey<strong>en</strong>te no podría desear nada más.Ésta es la razón d<strong>el</strong> deseo apostólico que la gracia... sea con vosotros, que se halla 31 veces<strong>en</strong> las Epístolas y <strong>en</strong> Apocalipsis. El resum<strong>en</strong> d<strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io es <strong>el</strong> testimonio que <strong>el</strong> Señor ylos suyos rind<strong>en</strong> a la palabra de su gracia.El que ve almas salvadas puede decir que ha visto la gracia de Dios. A los nuevos convertidos s<strong>el</strong>es persuadía a que perseveras<strong>en</strong> <strong>en</strong> la gracia de Dios. Si <strong>el</strong>lo es así, rehusar un don como éste esrechazar al mismo Dios.Así, se puede: dejar de alcanzar la gracia de Dios, o recibirla <strong>en</strong> vano, transformarla <strong>en</strong>disolución, caer de <strong>el</strong>la. En cambio se puede también: crecer <strong>en</strong> la gracia, ser ll<strong>en</strong>o de <strong>el</strong>la, hasta talpunto que Dios pueda siempre decirnos: Bástate mi gracia.Esto <strong>en</strong> lo concerni<strong>en</strong>te a lo que más conocemos sobre la Gracia. Ahora bi<strong>en</strong>: <strong>el</strong> texto que vamosa examinar conti<strong>en</strong>e esta palabra, pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> final veremos si está r<strong>el</strong>acionada con lo que hemos visto ocon algún otro punto de vista al respecto.(Lucas 4: 16)= Vino a Nazaret, (Jesús), donde se había criado; y <strong>en</strong> <strong>el</strong> día de reposo,(Entonces <strong>el</strong> sábado), <strong>en</strong>tró <strong>en</strong> la sinagoga, conforme a su costumbre, (Observa: ir a la sinagoga noera un mandami<strong>en</strong>to ni una obligatoriedad, era una costumbre), y se levantó a leer. (No lo hizo porquese le ocurrió; aunque aquí no lo diga, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que haberlo invitado. Así era como funcionaba eso.Además, eso te demuestra que Jesús no era ningún pobre indig<strong>en</strong>te: sabía leer y no eran demasiadoslos que lo podían hacer. He creído necesario aclarar eso porque anda todavía por <strong>el</strong> mundo una especiede teología de la pobreza, donde se te asegura que si no ti<strong>en</strong>es un c<strong>en</strong>tavo estás más cerca de Dios qu<strong>el</strong>os que sí lo ti<strong>en</strong><strong>en</strong>. Y todo parti<strong>en</strong>do la base de “un pobre” Jesús).