Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
268(Juan 12: 42)= Con todo eso, (Con todas las señales y prodigios que Jesús había realizado),aún de los gobernantes, muchos creyeron <strong>en</strong> él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban,<strong>para</strong> no ser expulsados de la sinagoga.Esta es una constante, y la actitud de estos gobernantes, es copia fi<strong>el</strong> de lo que hoy mismopodemos ver <strong>en</strong> cualquier parte d<strong>el</strong> planeta. Gobernantes que estarían dispuestos a creer <strong>en</strong> <strong>el</strong> Dios d<strong>el</strong>a Biblia que proclama y anuncia la iglesia evangélica, pero que por causa de estar ligados oficialm<strong>en</strong>tecon la iglesia católica romana, no lo pued<strong>en</strong> confesar.Pero también la constante se introduce ad<strong>en</strong>tro de nuestras iglesias cristianas. Y allí, haymuchos hermanos sinceros y fi<strong>el</strong>es que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> y v<strong>en</strong> como es la verdadera y g<strong>en</strong>uina Palabra deDios, pero por causa d<strong>el</strong> temor que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> a los líderes de las organizaciones, que <strong>en</strong>señan otras cosasmás conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes <strong>para</strong> <strong>el</strong>los, no lo confiesan.(43) Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.Con una leve, sutil pero muy importante difer<strong>en</strong>cia: mi<strong>en</strong>tras la gloria de los hombres permitedisfrutar y gozar de privilegios y honores a qui<strong>en</strong>es la reciban, la gloria de Dios es solam<strong>en</strong>te de Dios, yno produce ninguna clase de b<strong>en</strong>eficio humano a qui<strong>en</strong> la transmita.¿Te lo aclaro <strong>para</strong> que lo <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>das bi<strong>en</strong> y no te confundas? Si yo ministro <strong>para</strong> la gloria de loshombres, me auto promociono, firmo autógrafos o biblias, soy una especie de estr<strong>el</strong>la cristiana y todo <strong>el</strong>mundo me conoce y habla de mí.Si yo ministro <strong>para</strong> la gloria de Dios, la persona que recibe mi ministración lo ve y lo ti<strong>en</strong>e tanclaro a eso, que alaba y agradece a Dios por todo lo que Él pueda haber hecho a través mío, pero ni s<strong>el</strong>e ocurre v<strong>en</strong>ir a saludarme o r<strong>en</strong>dirme honores por <strong>el</strong>lo.Con estas dos definiciones que no escapa a tu <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una <strong>en</strong>orme dosis deverdad, puedo preguntarte: ¿Cuántos ministerios de una clase y cuantos de la otra has conocido <strong>en</strong> tuvida cristiana? ¡Animo, hermano! Si han sido muchos de los primeros y muy pocos de los últimos, esporque la historia vu<strong>el</strong>ve a repetirse una y otra vez.Tú ya sabes, ahora, lo que Jesús p<strong>en</strong>saba y sigue p<strong>en</strong>sando a la diestra d<strong>el</strong> Padre, hoy, deaqu<strong>el</strong>los que ministran <strong>para</strong> la gloria de Dios y de los que lo hac<strong>en</strong> <strong>para</strong> la gloria de los hombres,incluidos <strong>el</strong>los mismos. Ni siquiera t<strong>en</strong>go que añadir nada, <strong>para</strong> que no pase a ser un acto agresivo connadie.(44) Jesús clamó y dijo: El que cree <strong>en</strong> mí, no cree <strong>en</strong> mí, sino <strong>en</strong> <strong>el</strong> que me <strong>en</strong>vió; (45) y <strong>el</strong>que me ve, ve al que me <strong>en</strong>vió.Clarísimo. Ahora, por favor, retira de allí la pintura o estampita de ese Jesús con rostro lastimeroy sanguinol<strong>en</strong>to que te <strong>en</strong>señaron a guardar. Jesús <strong>el</strong> Cristo, la cabeza. Nosotros, la iglesia, <strong>el</strong> Cuerpo.Tú y yo, cuerpo de Cristo <strong>en</strong> la tierra, ¿Amén? Amén.Un mom<strong>en</strong>to; no lo des por hecho, cerrado y concluido. Primero procura dar <strong>el</strong> par de pasosnecesario <strong>para</strong> que eso sea activado. ¿Cuáles son esos pasos? Reflexionar: ¿Podemos decir, tú o yo, lomismo que dijo Jesús? Si hablamos lo que Dios quiere que hablemos, sí. Si hablamos lo que a nosotrosnos gusta o nos convi<strong>en</strong>e, no.¿Y podemos cerrar <strong>el</strong> discurso repiti<strong>en</strong>do también la última parte, <strong>en</strong> <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido de que qui<strong>en</strong> nosha visto a nosotros, ha visto al Padre? Si vivimos una vida que, sin ser espectacular, sirva <strong>para</strong> mod<strong>el</strong>o