Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
156Y si bi<strong>en</strong> esto es auténticam<strong>en</strong>te real y comprobable <strong>para</strong> cualquiera que haya ministrado algunavez, no m<strong>en</strong>os cierto resulta que, <strong>en</strong> aras de ejercer ese ministerio, se han cometido barbaridades al pormayor, como por ejemplo: aturdir a todo <strong>el</strong> mundo, gritándole a los demonios que se vayan. ¿Sabes?Los demonios no sal<strong>en</strong> de algui<strong>en</strong> por tus gritos; sal<strong>en</strong>, si ti<strong>en</strong>es autoridad d<strong>el</strong> Señor <strong>en</strong> tu vida.(Marcos 8: 31)= Y com<strong>en</strong>zó a <strong>en</strong>señarles (Jesús, a sus discípulos), que le era necesario alHijo d<strong>el</strong> Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principalessacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.Fíjate, gramaticalm<strong>en</strong>te, la expresión que Jesús utiliza. Dice que le era necesario padecermucho. Alude al imperativo divino de aceptar la voluntad de Dios. Este es <strong>el</strong> primero de los trespronunciami<strong>en</strong>tos explícitos sobre la muerte de Jesús y sirve de eje <strong>para</strong> la segunda parte d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>iode Marcos.(32) Esto les decía claram<strong>en</strong>te. Entonces Pedro le tomó aparte y com<strong>en</strong>zó a reconv<strong>en</strong>irle.Veamos: Jesús está dici<strong>en</strong>do algo así como: mir<strong>en</strong> muchachos, yo los quiero mucho pero t<strong>en</strong>goque avisarles que me es imperativo padecer y ser muerto. Es imposible que <strong>el</strong>los pudieran <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derlo.¿Y qui<strong>en</strong> saldría al fr<strong>en</strong>te? Pedro.Dice que com<strong>en</strong>zó a reconv<strong>en</strong>irle. “¡Oye, Jesús! ¿Qué estás dici<strong>en</strong>do, hermano? ¡Tú eres <strong>el</strong>Cristo, <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> Dios Vivi<strong>en</strong>te! ¿Cómo te van a agarrar estos estúpidos y van a castigarte y matarte?¡Tú puedes usar <strong>el</strong> poder de Dios y achicharrarlos <strong>en</strong> m<strong>en</strong>os que canta un gallo!” ¿Verdad quecualquiera de nosotros le hubiera dicho algo parecido?(33) Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, repr<strong>en</strong>dió a Pedro, dici<strong>en</strong>do: ¡Quítated<strong>el</strong>ante de mí, Satanás! Porque no pones la mira <strong>en</strong> las cosas de Dios, sino <strong>en</strong> las de loshombres.Observa con cuidado. Pedro lo había llevado aparte <strong>para</strong> reconv<strong>en</strong>irle eso. No se aclara adonde,pero se supone que lo apartó a un costado, fuera de la vista de los demás discípulos. ¿Con queint<strong>en</strong>ción? En la mejor, <strong>para</strong> que todo quedara <strong>en</strong>tre <strong>el</strong>los. En la peor, <strong>para</strong> hacer méritos obsecu<strong>en</strong>tescon Jesús.¿Y que hace Jesús? Gira y mira a los discípulos. No a Pedro que era qui<strong>en</strong> le estaba hablando, alos discípulos que estaban por allí cerca. Y como <strong>para</strong> darles un práctico de lo que realm<strong>en</strong>te significaguerra espiritual, repr<strong>en</strong>de al diablo que <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to estaba usando a Pedro.¿Es que, <strong>en</strong>tonces, Pedro estaba <strong>en</strong>demoniado? No, <strong>en</strong> absoluto. Pedro, <strong>en</strong> su afán por hacerlas cosas conforme a la sabiduría y los afectos humanos, había dejado abierta una puerta espiritual <strong>para</strong>que un demonio hablara por él t<strong>en</strong>tando a Jesús con la idea de no cumplir con lo que su Padre le había<strong>en</strong>com<strong>en</strong>dado, ¿Estás <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do?Sería muy bu<strong>en</strong>o e int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>te de tu parte que ahora, a la vista de este r<strong>el</strong>ato, hagas un pequeñoexam<strong>en</strong> sobre cuantas veces has estorbado <strong>el</strong> propósito y la voluntad de Dios, ya sea <strong>en</strong> tu propia vidao <strong>en</strong> alguna aj<strong>en</strong>a cercana a ti, haci<strong>en</strong>do prevalecer las cosas de los hombres por sobre las cosas deDios. Si no <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tras ninguna, alaba ya mismo al Señor porque ha sido misericordioso al grado sumocontigo.Pedro no pudo o no supo ser prud<strong>en</strong>te o paci<strong>en</strong>te. Eligió mirar las cosas con sus propios ojos,olvidando que <strong>en</strong> esa vida que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>taba, así como también <strong>en</strong> la suya y las de los demás discípulos,estaba Dios <strong>en</strong> comando de todo. Entonces se ganó la repr<strong>en</strong>sión.