11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

84Le oí decir alguna vez a ese <strong>en</strong>orme evang<strong>el</strong>ista (Enorme por fundam<strong>en</strong>tos espirituales, no porsu estatura física, precisam<strong>en</strong>te) llamado Carlos Anacondia, que él grita mucho cuando repr<strong>en</strong>dedemonios y al mismo Satanás, sólo porque es un “petiso” (Hombre de baja estatura <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina)“jetón”, (Equival<strong>en</strong>te al internacional “bocón”), pero que <strong>el</strong> diablo no se va porque gritemos, sino pornuestra autoridad fundam<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> nuestra vida.De hecho, tú puedes poner <strong>en</strong> práctica todos los procedimi<strong>en</strong>tos de guerra espiritual, liberación yexorcismo que conozcas, pero si tu vida no ti<strong>en</strong>e la calidad y la cualidad que te permita <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundoespiritual estar vestido con ropas blancas, tú no expulsas un demonio ni aunque <strong>el</strong>los estén dormidos.Se te va a poner la boca azul repr<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do, pero sólo expulsarás aire de tus pulmones.Siempre estuve muy conv<strong>en</strong>cido que, <strong>para</strong> ser un maestro, (Hablo d<strong>el</strong> mundo secular, claroestá), lo más importante era t<strong>en</strong>er una formación de alta capacidad y prestigio indiscutido. No era lomismo, (P<strong>en</strong>saba yo) ser alumno de algui<strong>en</strong> con formación universitaria que de algui<strong>en</strong> con terciaria osecundaria.Cuando llegué a la iglesia, seguía p<strong>en</strong>sando de la misma manera, por lo que <strong>en</strong> modo alguno m<strong>el</strong>lamaba la at<strong>en</strong>ción que <strong>para</strong> los puestos de maestro <strong>en</strong> las escu<strong>el</strong>as dominicales, se les diera prioridada los que t<strong>en</strong>ían esa profesión afuera.Era bastante normal durante finales de la década d<strong>el</strong> och<strong>en</strong>ta y principios de los nov<strong>en</strong>ta, ver quemujeres que trabajaban como doc<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> escu<strong>el</strong>as primarias y secundarias, se llevaban todos loscargos de maestras de las escu<strong>el</strong>as dominicales <strong>en</strong> las iglesias.Se reservaba a las que eran profesoras <strong>en</strong> <strong>el</strong> plano universitario, <strong>para</strong> nombrarlas comodirectoras o ministras de las áreas de educación cristiana de las congregaciones. Los hombresaportaban muy poco <strong>en</strong> estos ministerios, ya que es habitual <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina que, por razones de salarios yjornadas laborales, los doc<strong>en</strong>tes sean mayoritariam<strong>en</strong>te mujeres.Vi<strong>en</strong>do eso, y si<strong>en</strong>do además muy reacio a estudiarme la historia de los patriarcas y personajesde la Biblia, jamás siquiera me pasó por la cabeza que ese fuera <strong>el</strong> ministerio que Dios t<strong>en</strong>ía guardado<strong>para</strong> mi vida, esperando sólo mi paso de obedi<strong>en</strong>cia.¿Cómo iba a ser un maestro yo, que ni siquiera había pasado por estudios superiores, que jamáshabía hecho ese trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> mundo secular y que, <strong>para</strong> completar este dudoso currículum, jamáshabía accedido a ninguna clase de capacitación teológica especial de niv<strong>el</strong> superior?Ya te he contado <strong>en</strong> mi primer <strong>libro</strong> los porm<strong>en</strong>ores que me llevaron por primera vez a un aulaeclesiástica con la tímida int<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>señar algo de la Biblia a g<strong>en</strong>te que, <strong>en</strong> muchos casos, m<strong>el</strong>levaba dec<strong>en</strong>as de años <strong>en</strong> la iglesia. Ni yo, <strong>en</strong> la mejor de mis vanidades, podía creerme eso.Pero sucedió. Simplem<strong>en</strong>te y partir de un día cualquiera, com<strong>en</strong>zó a crecer, crecer y crecer y,poco a poco, fue tomando forma algo que ni yo mismo acertaba a saber que era, pero que con <strong>el</strong> correrde los meses y casi de algunos años, pude conv<strong>en</strong>cerme de que debía llamarlo: ministerio.Y así, durante mucho tiempo, anduve por <strong>el</strong> templo cometi<strong>en</strong>do <strong>el</strong> mismo error que hoy, por lamisericordia y la gracia de Dios, puedo ver desde un costado objetivo, y señalar como tal: creía que yoera qui<strong>en</strong> sabía mucho y que mía era la autoridad que evid<strong>en</strong>ciaba <strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza.Debió pasar algún tiempo y no pocas vicisitudes, <strong>para</strong> que un día quedara más que claro que <strong>el</strong>Señor me había soportado con infinita paci<strong>en</strong>cia mis grandilocu<strong>en</strong>cias egocéntricas, que no me habíaachicharrado <strong>en</strong> alguna humillación <strong>en</strong>orme sólo por misericordia y que, a la hora de quedarme <strong>en</strong>sil<strong>en</strong>cio y decidirme aceptar a oír su voz, escuché con claridad que me decía: Yo Soy tu Maestro.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!