11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

137De allí que sea necesario que, cuando algo no pueda alim<strong>en</strong>tarnos hoy porque estamossaciados, lo guardemos <strong>en</strong> nuestro <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to <strong>para</strong> que mañana, si así fuera la voluntad de Dios,nos sea rev<strong>el</strong>ado y nos alim<strong>en</strong>te otra vez.Cuando finalizó este ev<strong>en</strong>to, según Juan, <strong>el</strong>los reconocieron <strong>en</strong> Jesús a un profeta. Eso refleja lacre<strong>en</strong>cia popular de que un profeta como Moisés, qui<strong>en</strong> alim<strong>en</strong>to a los isra<strong>el</strong>itas con maná, había dev<strong>en</strong>ir al mundo <strong>para</strong> establecer un <strong>para</strong>íso terrestre.Esto avivó su fervor mesiánico e int<strong>en</strong>taron instalar a Jesús como su “Mesías dador de pan”,haciéndolo rey por la fuerza. Jesús no aceptó nada de eso porque Él había v<strong>en</strong>ido con otro fin y con otramisión mucho más amplia. Esto me recuerda demasiado las aspiraciones políticas de algunos bu<strong>en</strong>oscristianos…Hermano que crees t<strong>en</strong>er un llamado d<strong>el</strong> Señor <strong>para</strong> un determinado ministerio: t<strong>en</strong> cuidadoporque, tal como lo habrás imaginado, Satanás procurará que no puedas cumplir ese mandato y harátodo lo que esté a su alcance <strong>para</strong> impedirlo.Pero t<strong>en</strong> mucho más cuidado, aún, con la sutileza d<strong>el</strong> <strong>en</strong>emigo. Porque no siempre se te opondrácon obstáculos o problemas, sino que a veces lo hará con apar<strong>en</strong>tes b<strong>en</strong>diciones, cosa que puedesatisfacer a tu ego. A Jesús le ofrecieron ser rey. Si Él lo hubiera aceptado (¿A qui<strong>en</strong> podía desagradarlealgo así?) no lo hubiera hecho con presteza, y su verdadera misión hubiera quedado abortada allímismo.Con nosotros sucede lo mismo. Personalm<strong>en</strong>te, cuando tuve claro que <strong>el</strong> ministerio que <strong>el</strong> Señorhabía puesto <strong>en</strong> mis manos era <strong>el</strong> d<strong>el</strong> maestro, no me dediqué a otra cosa que no fuera eso. Sinembargo, Satanás quiso sacarme d<strong>el</strong> camino haci<strong>en</strong>do que por dos veces me ofrecieran ser pastor dedos respetables y apetecibles iglesias. ¡Gloria a Dios por haberme mostrado y permitido no ceder a misnaturales ambiciones egocéntricas y continuar <strong>en</strong> <strong>el</strong> camino que Él me mostrara!Por esa razón es que <strong>en</strong> algunos casos me permito ser algo desconfiado respecto a los“llamados” de Dios al pastorado. Porque me pregunto: ¿Puede ser Dios, realm<strong>en</strong>te, qui<strong>en</strong> llame aalgui<strong>en</strong> a hacer una tarea que, tal como la estamos realizando, no es bíblica?CLAVES PARA MINISTRARHaz de cu<strong>en</strong>ta que estás s<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> uno de los bancos d<strong>el</strong> templo de tu congregación y yo, quesoy un predicador que está de visita, formulo esa pregunta que tantas veces habrás oído casi comofotocopiada: ¿Cuántos quier<strong>en</strong> ministrar al Señor?Casi te estoy vi<strong>en</strong>do levantar tu mano, tal como yo lo hiciera <strong>en</strong> tantas ocasiones, y <strong>en</strong> muchasde <strong>el</strong>las, (Diría que la gran mayoría), sin t<strong>en</strong>er ni la m<strong>en</strong>or idea de lo que verdaderam<strong>en</strong>te significaba esoque <strong>el</strong> predicador expresaba: ministrar.Hoy todavía queda mucha g<strong>en</strong>te sinceram<strong>en</strong>te conv<strong>en</strong>cida que, ministrar a algui<strong>en</strong>, es plantarsed<strong>el</strong>ante de él, nariz contra nariz, cerrar los ojos, ponerle una mano <strong>en</strong> la cabeza, o las dos <strong>en</strong> lasmejillas, o <strong>en</strong> <strong>el</strong> pecho, si es un varón <strong>el</strong> ministrado, y orar esperando que la persona se caiga haciaatrás y que los camilleros destacados a tal fin sean rápidos y efectivos <strong>para</strong> evitar <strong>el</strong> golpe.No sé realm<strong>en</strong>te de que Biblia habrán sacado esa <strong>en</strong>señanza, pero con la autoridad de haberlocreído yo mismo durante mucho tiempo, puedo asegurarte hoy que ministrar, va mucho más allá de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!