11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

210Tú puedes ingresar ahora mismo al área de audio de mi página <strong>Web</strong> y hacer clic <strong>en</strong> cualquierade los estudios que ti<strong>en</strong>es a tu disposición. Si <strong>en</strong> alguno de <strong>el</strong>los me <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tras gritando o aullando,ti<strong>en</strong>es derecho a réplica y yo la obligación de publicarla. Y creo ser al m<strong>en</strong>os un anónimo conocido d<strong>el</strong>Espíritu Santo de Dios…Esto es lo mismo que cuando algui<strong>en</strong> que dice t<strong>en</strong>er <strong>el</strong> “ministerio” de la liberación de demonios,(No existe tal cosa, todos los crey<strong>en</strong>tes t<strong>en</strong>emos esa autoridad, aunque no todos la ejerzamos), se ponea repr<strong>en</strong>derlos a los gritos. ¿Acaso los demonios se asustan por esos gritos y huy<strong>en</strong> despavoridos? Ni losueñes. Ningún demonio huye ante tus gritos, sólo lo hac<strong>en</strong> ante tu autoridad <strong>en</strong> Cristo. Si la ti<strong>en</strong>es,claro está…<strong>La</strong> otra expresión que acompaña este texto, ti<strong>en</strong>e que ver con que <strong>el</strong> g<strong>en</strong>uino siervo d<strong>el</strong> Señor noalzará su voz. Parecería tratarse de lo mismo que v<strong>en</strong>íamos com<strong>en</strong>tando, pero no es así. En este caso,ti<strong>en</strong>e que ver con una actitud ante una oposición, una agresión o una injuria.En una ocasión, una importante iglesia de mi ciudad trajo a un conocido intérprete cristiano apredicar <strong>en</strong> una de sus reuniones. El muchacho cantaba bastante bi<strong>en</strong>, pero como predicador nocaptaba demasiado <strong>el</strong> interés y la at<strong>en</strong>ción de los pres<strong>en</strong>tes.Estos, soportaban <strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje por respeto y educación de culto, hasta que <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to dado<strong>el</strong> jov<strong>en</strong> empezó a hablar de los diezmos y ofr<strong>en</strong>das, un tema que <strong>en</strong> esa congregación t<strong>en</strong>ía trem<strong>en</strong>dosproblemas con distintas interpretaciones por parte de dos bandos bi<strong>en</strong> definidos.Allí fue donde <strong>el</strong> líder de uno de esos bandos, un diácono que estaba <strong>en</strong> total desacuerdo con <strong>el</strong>pastor principal, que lideraba <strong>el</strong> otro bando, se puso de pie y, a los gritos, trató al predicador dem<strong>en</strong>tiroso, blasfemo, hereje y otras simpáticas minucias más.El muchacho, más acostumbrado a los aplausos de los hombres y la persecución romántica d<strong>el</strong>as señoritas <strong>en</strong> sus pres<strong>en</strong>taciones, perdió rápidam<strong>en</strong>te la paci<strong>en</strong>cia y, con <strong>el</strong> mismo tono de su críticointerlocutor, le respondió con palabras no m<strong>en</strong>os fuertes y golpeadoras que éste.Obviam<strong>en</strong>te, la reunión se diluyó <strong>en</strong> un marco de improperios santos, insultos ungidos y g<strong>en</strong>teque tomaba partido por unos y por otros. El pastor vio que la cosa v<strong>en</strong>ía muy grave, se subió a laplataforma, calmó un poco los ánimos con gritos más fuertes que los de la discusión, e invitó g<strong>en</strong>tilm<strong>en</strong>teal predicador a mandarse a mudar. Se comportaron como g<strong>en</strong>te <strong>en</strong>ojada, pero indudablem<strong>en</strong>te muylejos de hacerlo como siervos de Dios, según Dios mismo dice como debe ser un siervo suyo…Y <strong>el</strong> último punto de este verso, dice que no hará oír su voz <strong>en</strong> las calles. Está bi<strong>en</strong>, de acuerdo,tú puedes interpretar esto como mejor se te ocurra y conforme a la planificación de actividades <strong>en</strong> tuiglesia, pero lo cierto es que esta expresión pulveriza a más de la mitad de las campañas deevang<strong>el</strong>ización organizadas.Porque, veamos: ¿Adonde se organizan los d<strong>en</strong>ominados “impactos evang<strong>el</strong>ísticos” mástradicionales? En las calles. Reparti<strong>en</strong>do trataditos, hablando persona a persona con la g<strong>en</strong>te, perotambién plantándose <strong>en</strong> una esquina, Biblia <strong>en</strong> mano, y predicando <strong>en</strong> alta voz <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io.¿Entonces eso está mal? Nadie diría eso, ni siquiera podría p<strong>en</strong>sarlo. Cualquier método <strong>para</strong>predicar <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io, sería siempre correcto y bi<strong>en</strong> recibido. Sólo un mínimo detalle: no lo estaríamoshaci<strong>en</strong>do conforme a la voluntad de Dios sino como a nosotros nos parece mejor.¿Y cual sería la voluntad de Dios respecto a la difusión y proclamación de su plan de salvación?Jesús. Esa es la única respuesta, Jesús. Mira como lo hizo Él, y ve tú y haz lo mismo. Siéntate un lugary comi<strong>en</strong>za a hablar, pausadam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> voz normal, sin gritos ni estrid<strong>en</strong>cias. Eso es predicar <strong>el</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!