11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

123“Nosotros, dijo <strong>el</strong> más extrovertido, p<strong>en</strong>samos que si bi<strong>en</strong> usted jamás hizo eso, si ora y se lo<strong>en</strong>trega al Señor y Él dispone usarlo <strong>para</strong> su gloria, usted va a cruzar con esa carretilla, por esa cuerda,a esa altura, sin caerse y ¡tantas veces de ida y vu<strong>el</strong>ta como se le ocurra!”Un poco demagogo <strong>el</strong> hermano, tanto como <strong>para</strong> quedar bi<strong>en</strong> con <strong>el</strong> maestro, pero impecable <strong>en</strong>su concepto. Si Dios está de acuerdo con un proyecto tuyo, aunque sea un proyecto absurdo, y eso seconvierte <strong>en</strong> algo que sirve <strong>para</strong> glorificar Su nombre y no <strong>el</strong> tuyo, por fe, Dios permite que eso se haga.Sin poder cont<strong>en</strong>er mi propia sonrisa, ya que de sólo imaginarme a esa altura pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do hacereso que les había dicho, <strong>el</strong> vértigo <strong>en</strong>traba <strong>en</strong> ese seguro salón, y se adueñaba de mis extremidadesinferiores, pude explicar <strong>el</strong> cont<strong>en</strong>ido de ese primer ejemplo.“Hermanos, - Dije muy circunspecto, como son g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te todos los que pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ponerrostros de grandes maestros -, eso que ustedes acaban de oír, aunque parezca absurdo, es un ejemplod<strong>el</strong> significado de lo que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos como fe, pero no es exactam<strong>en</strong>te sinónimo de confianza.”¿Ah, no?, preguntaron. ¿Y <strong>en</strong>tonces, que cosa es confianza? – “Mir<strong>en</strong>; si ustedes cre<strong>en</strong>, aceptany están seguros que yo pasaría con esa carretilla por ese cable porque Dios estaría ayudándome, esosería fe, pero confianza sería si uno de ustedes aceptara a s<strong>en</strong>tarse ad<strong>en</strong>tro de la carretilla yacompañarme <strong>en</strong> la prueba.¿Alguna vez has prestado at<strong>en</strong>ción a un rostro impactado de sorpresa, reflexionando <strong>en</strong> algofuerte y personal, al mismo tiempo? Lo que habitualm<strong>en</strong>te sucede <strong>en</strong> esos casos, es que a la persona escomo si se le cayera la mandíbula, dejándolos con la boca abierta y una expresión boba dibujada contémpera y oleos <strong>en</strong> su expresión.Fue un instante. Luego, todos nos lanzamos a reír y c<strong>el</strong>ebramos como niños alborozados labroma, <strong>el</strong> ejemplo y la <strong>en</strong>señanza. Pero <strong>en</strong> nuestro fuero íntimo, cada uno tomó debida nota de esadifer<strong>en</strong>cia y, al mismo tiempo, compr<strong>en</strong>dimos que, si bi<strong>en</strong> éramos personas de fe, todavía nos faltabanvarias materias <strong>para</strong> aprobar la carrera de la Confianza. Y la Biblia ti<strong>en</strong>e muchos más “t<strong>en</strong> confianza”que “t<strong>en</strong> fe”, ¿Enti<strong>en</strong>des?En otra ocasión, también estando <strong>en</strong> la clase y hablando de la confianza, pero no ya desde <strong>el</strong>ángulo de confiar como manifestación externa de la fe, sino de la confianza <strong>en</strong> <strong>el</strong> trato como producto deuna amistad o una familiaridad, pude instruir a mis hermanos a partir de la participación no programadade mi hijo m<strong>en</strong>or.Él se <strong>en</strong>contraba <strong>en</strong> su clase <strong>para</strong> niños, (<strong>en</strong> ese tiempo contaba con no más de siete años deedad) y, aprovechando un pequeño recreo, viajó rápido hasta mi salón con una idea concreta: pedirmeunas monedas <strong>para</strong> comprar una gaseosa <strong>en</strong> <strong>el</strong> kiosco anexo a la iglesia.Era verano, y <strong>el</strong> pedido harto se justificaba. Lo que no se podía justificar muy bi<strong>en</strong>, era que estehijo mío <strong>en</strong>trara al salón casi a la manera <strong>en</strong> que los antiguos vaqueros d<strong>el</strong> oeste americano <strong>en</strong>traban alsaloon donde iban a beber y a batirse a du<strong>el</strong>o con sus <strong>en</strong>ormes Colt.Sólo que aqu<strong>el</strong>los saloones contaban con puertas pequeñas y bati<strong>en</strong>tes, mi<strong>en</strong>tras que la d<strong>en</strong>uestro salón era una conv<strong>en</strong>cional que hacía bastante ruido al abrir. Así que cuando mi pequeño hijoingresó al salón, muy a su pesar, todas las miradas viajaron hacia él y la at<strong>en</strong>ción por <strong>el</strong> tema queestábamos tratando se desvió, se detuvo y hasta se olvidó.Él, como si nada hubiera ocurrido y <strong>en</strong> su todavía inoc<strong>en</strong>te transpar<strong>en</strong>cia, se puso a mi ladodándome una palmada <strong>en</strong> la cintura me dijo con la mejor de sus sonrisas: “papá, ¿Me das una moneda

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!