11.07.2015 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo el libro en ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

178hablando de <strong>en</strong>trar al reino. ¿Pero acaso no es lo mismo? No, aunque tu d<strong>en</strong>ominación haya <strong>en</strong>señadootra cosa.Ya lo sabes: tú no eres salvo por méritos u otros merecimi<strong>en</strong>tos. Tú eres salvo <strong>para</strong> empezar atrabajar con cierto éxito <strong>para</strong> <strong>el</strong> reino de los ci<strong>el</strong>os. Algui<strong>en</strong> que no ha accedido a salvación jamás podríahacerlo. Pero qui<strong>en</strong> sí accedió a <strong>el</strong>la, es obvio que podría hacerlo <strong>en</strong> forma inefici<strong>en</strong>te y no <strong>en</strong>trar.¿Y <strong>en</strong>tonces, cual es la difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre una cosa y la otra? Si eres salvo, <strong>el</strong> día que partes deeste mundo, vas al ci<strong>el</strong>o de Dios y a Su pres<strong>en</strong>cia. Si <strong>en</strong>tras al reino, puedes convertirte <strong>en</strong> un bu<strong>en</strong>siervo y fi<strong>el</strong> y acceder a las recomp<strong>en</strong>sas prometidas. ¿Lo estás vi<strong>en</strong>do o te destruyo tu teología conesto?(22) Muchos me dirán <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong> día: Señor, Señor, ¿No profetizamos <strong>en</strong> tu nombre, y <strong>en</strong> tunombre echamos fuera demonios, y <strong>en</strong> tu nombre hicimos muchos milagros?Observa con cuidado este texto y podrás ver que se trata de una síntesis de lo que un ministrog<strong>en</strong>uino d<strong>el</strong> Señor t<strong>en</strong>drá que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta a la hora de ministrar. No bastará con gesticularampulosam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un púlpito y decir “Señor” repetidam<strong>en</strong>te, como si Dios estuviera esperándolo todode ese hombre espectacular.No bastará con profetizar, incluso acertadam<strong>en</strong>te, o liberar personas <strong>en</strong>demoniadas, con <strong>el</strong>crédito espectacular que esa labor pres<strong>en</strong>ta, o incluso, ser protagonista de milagros trem<strong>en</strong>dos, talescomo sanidades físicas visibles, u otras de la misma calidad. Si ese hombre se mueve conforme a supropia voluntad y no ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la de Dios, ese hombre no es parte d<strong>el</strong> Reino de los Ci<strong>el</strong>os.¿Fuerte, verdad?Fuerte, porque no estamos hablando de g<strong>en</strong>te inconversa, impía, pecadora, incrédula y car<strong>en</strong>tede todo conocimi<strong>en</strong>to divino. Estamos hablando de personas que forman parte de una iglesia y no <strong>en</strong>bancos inactivos, sino <strong>en</strong> lugares de privilegio y liderazgo, esto es evid<strong>en</strong>te; no necesita d<strong>el</strong> agregado d<strong>en</strong>ingún res<strong>en</strong>tido <strong>para</strong> verlo. Bi<strong>en</strong>; a todos <strong>el</strong>los, que deberemos considerar como salvos pero no parted<strong>el</strong> Reino, Jesús les responde.(23) Y <strong>en</strong>tonces les declararé: nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.¡Epa! ¡Uy! ¡Oh! Estas palabras no parec<strong>en</strong> dirigidas a personas salvas pero equivocadas <strong>en</strong> susmotivaciones, ¿No te parece? Estas palabras parecerían estar dirigidas a perdidos, a g<strong>en</strong>te que supusoque podía, <strong>en</strong> <strong>el</strong> nombre de Dios, hacer lo que le daba la gana y <strong>en</strong>redarse <strong>en</strong> maldades <strong>para</strong> b<strong>en</strong>eficiopropio. ¿Es necesario que diga algo más o se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de? Se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de. Entonces, al que le quepa <strong>el</strong> sayo,que se lo ponga.Porque, veamos con cuidado esto: tú estás <strong>en</strong> tu casa y llega un amigo, ¿Lo invitas a <strong>en</strong>trar?¡Claro! ¡Si es tu amigo y lo conoces! Ahora bi<strong>en</strong>; si <strong>el</strong> que llega es un desconocido, algui<strong>en</strong> que no ti<strong>en</strong>etrato contigo, ¿También lo invitas a ingresar? Obvio que no. ¿Entonces?Entonces parecería ser como que la salvación sí se puede perder, ¿No es así? ¡Entonces t<strong>en</strong>íanrazón los p<strong>en</strong>tecostales! Un mom<strong>en</strong>to, no te apresures. Pi<strong>en</strong>sa primero si esa persona a la cual le dic<strong>en</strong>que no la conoc<strong>en</strong> y que por eso no puede <strong>en</strong>trar donde <strong>en</strong>tran los que sí son conocidos, ¿Habrá sidosalva alguna vez o s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te él lo suponía? Ahhh. Es mucho más grave que lo que parece, ¿Nocrees?En lo conceptual, aquí, Jesús está alertando contra <strong>el</strong> auto <strong>en</strong>gaño, una mera profesión de feverbal, sin obedi<strong>en</strong>cia a la voluntad de Dios. Es posible que hasta una persona que se <strong>en</strong>gaña a sí

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!